La eterna espera de los centros sanitarios
El Chare de Vejer, el Hospital de la Línea o el centro de salud de Camposoto continúan con los trabajos paralizados
Actualizado:A pesar de que están llamados a prestar un servicio básico a los ciudadanos, son objeto de reprogramaciones y retrasos. Centros sanitarios como el nuevo hospital de la Línea, el Chare de Vejer o el de Camposoto, siguen a la espera de tiempos mejores para su finalización. A ninguno de ellos les ha servido tener ya avanzadas las obras para contar con la financiación suficiente que logre su puesta en funcionamiento. El presupuesto de la Junta para infraestructuras sanitarias del próximo año se lo come casi por completo el traspaso del Hospital militar de San Carlos, que contará con algo más de 11 millones de euros. El resto, tendrá que esperar y este abandono de las infraestructuras, que a la larga supondrán un sobrecoste cuando se retomen las obras, afecta a todos los distritos sanitarios sin excepción. Al menos siete proyectos se encuentran empantanados en la provincia sin un plan de apertura a corto plazo.
Bahía de Cádiz-La Janda
Aportación mínima
El Chare de Vejer y Camposoto
El Centro de Alta Resolución de la Janda, pensado para ser uno de los más modernos de la red sanitaria gaditana, cuenta con una partida de medio millón de euros para el próximo año. Eso permitirá reanudar ciertos trabajos, pero ni mucho menos sacar adelante el proyecto completo, que precisa de un aporte económico mucho mayor. No hay liquidez para invertir y así se lo trasladó hace justo una semana la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, al presidente de la Diputación de Cádiz, José Loaiza en una carta. Al parecer, las obras se someten a la reprogramación presupuestaria, según avanzó el propio Loaiza, con lo que no hay garantías de que esté a punto el próximo año.
De la misma manera duerme el sueño eterno el centro de salud de Camposoto. Su inauguración estaba fijada en 2013, pero las cosas siguen exactamente igual que hace dos años. La estructura ya está completa y queda por delante el saneamiento de la fachada y varias obras en el interior, pero los andamios continuarán instalados durante más tiempo sin que se plantee solución alguna. Precisamente el traspaso del hospital de Defensa aleja más cualquier posibilidad de retomar los trabajos.
Y en esta lista no podía faltar el centro de salud de Los Gallos, en Chiclana, que se merece casi una pieza aparte. El edificio, ya terminado, ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para la localidad que tras años de espera cuenta con un inmueble plagado de defectos. El informe realizado por una empresa externa detectó problemas de humedades y filtraciones cuya solución conlleva un desembolso casi similar al que costó levantarlo. Los cuatro años que el centro de salud ha permanecido cerrado han pasado factura con un saqueo del cableado y chapa y con el deterioro de las instalaciones sin que el Ayuntamiento y la Junta hayan logrado ponerse de acuerdo para ponerlo en marcha, a pesar de contar con un convenio firmado entre ambas administraciones para ello.
Jerez-Costa Noroeste
La inversión de última hora
Centros de salud que no llegan
El importante crecimiento de la población motivó la ampliación de la red sanitaria de Jerez que ya debía tener en activo dos nuevos centros de salud y la ampliación de un tercero, pero ninguno de ellos ha visto aún la luz. Estos nuevos equipamientos vendrían a aliviar la enorme carga asistencial que sufren los ambulatorios de las zonas sur y este, donde la población ha llegado a duplicarse en los últimos años, sobrecargando las consultas de atención primaria. El que mejor pronóstico tiene es el de Jerez sur, que vendría a dar cobertura a San Telmo. Además, se encuentra en una zona de transformación social, con lo que el cupo de pacientes por médico de familia ha de ser menor.
Entre andamio sigue también el de la zona este, situado en la barriada de La Milagrosa y cuyas obras apenas han tenido avance desde que comenzaron en 2011. Con un plazo de ejecución previsto de 18 meses ya debería estar casi a punto, pero las dificultades de inversión han obligado a reprogramar la obra una y otra vez. Ahora el presupuesto andaluz para el próximo año recoge partidas para ambas edificaciones, aunque no se ha aclarado si son suficientes para su puesta en funcionamiento.
De lo que no hay noticias es de la ampliación del centro de salud de La Granja, que también sufre una importante sobrecarga y presta el servicio de urgencias en módulos prefabricados. El inicio de las obras de este nuevo punto de atención se anunció en 2009, pero a día de hoy no hay noticias mientras los pacientes son atendidos en caracolas.
Mejor suerte ha corrido el edificio de Radioterapia del Hospital de Jerez, que tras superar los problemas con la anterior empresa adjudicataria, se han reanudado los trabajos y cuentan con la financiación suficiente en las cuentas andaluzas para seguir adelante.
Por el contrario, ya se da casi por perdido el segundo ambulatorio de Rota, tras un abandono de las obras que dura ya dos años. Se trata de un proyecto impulsado por el propio Ayuntamiento, pero que nunca contó con el apoyo suficiente de la Consejería de Salud que ni siquiera llegó a firmar el convenio de colaboración. El Consistorio cedió los terrenos y se hizo cargo, en solitario, de la primera fase del edificio aún sin el compromiso por escrito para que la administración sanitaria asumirá el resto. Las dificultades económicas han terminado enterrando un inmuebles que ya se encontraba en construcción.
Campo de Gibraltar
El mayor proyecto
El hospital tendrá que esperar
El futuro hospital de La Línea ha sido uno de los grandes sacrificados de los presupuestos de la Junta a pesar de la importante aportación que recibió en los presupuestos de este año y de lo avanzada que se encuentra la construcción. Pero hace más de un año se reprogramó el proyecto, que se ha terminado paralizando por completo.
Las esperanzas estaban puestas en los nuevos presupuestos, que ahora afrontan el trámite parlamentario, donde no se incluye ni un sólo euro para su reanudación, a pesar del estado en el que se encuentra el viejo hospital, que presenta serias deficiencias en espacios como la UCI o en la red de tuberías y las conducciones, además del deterioro de las estancias.