Una policía local de Málaga mata a su hermana y se suicida

La puerta de la casa estaba abierta y la perra de la dueña recorría la calle de arriba a abajo. Un vecino de la zona de La Colina, en Torremolinos, acudió a comprobar qué había pasado. Él fue quien descubrió los cadáveres de Ana M. G., de 47 años, una agente de la Policía Local de Málaga, y su hermana Mari Carmen, de 55. Las dos habían fallecido por disparos de arma de fuego.

La escena podía dar lugar a distintas hipótesis, pero todas las pruebas recabadas en la investigación apuntan en una misma dirección. Los agentes que llevan el caso tienen meridianamente claro que no hay terceras personas implicadas y que el suceso tiene como trasfondo una discusión familiar. Según las pesquisas policiales, la funcionaria presuntamente disparó a su hermana y después se quitó la vida.

Aunque el hallazgo se produjo poco antes de las ocho de la mañana, la investigación apunta a que el suceso ocurrió minutos antes de medianoche. Varios vecinos de la urbanización escucharon los disparos, que confundieron con petardos. Los testimonios recogidos por la Policía Nacional sugieren que hubo una disputa previa que se originó en la vivienda. La reconstrucción del suceso, en la que siguen trabajando los agentes que llevan el caso, indica que Ana salió tras su hermana y siguieron discutiendo junto al coche. A falta del resultado de las autopsias, se desconoce si pudo haber un forcejeo. Lo que sí parece claro para los investigadores es lo que ocurrió después. Presuntamente, Ana disparó dos veces a su hermana -al parecer, presenta sendos impactos de bala en el torso- cuando ella se sentó en el asiento del conductor y, acto seguido, se quitó la vida con su arma.

Los agentes solo encontraron dos casquillos de bala de los tres que aparentemente se dispararon.