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Los resultados no ayudan a Salvo en sus primeros seis meses en el Valencia
Su trayectoria está marcada por la necesidad de que el equipo mejore en liga, la buena trayectoria en la Liga Europa y los cambios en áreas de responsabilidad
VALENCIA Actualizado: GuardarLos discretos resultados del equipo en la en Liga no han ayudado a Amadeo Salvo en sus seis primeros meses como presidente del Valencia, en los que ha centrado su actividad en el planteamiento de las líneas maestras de gestión para los próximos años y en el relevo de algunas de las personas clave de la entidad. El partido ganado por 3-0 el domingo ante Osasuna ha propiciado uno de los escasos momentos de tranquilidad para el equipo desde el inicio de la temporada.
El técnico Miroslav Djukic ha destacado la mejoría en el juego, pero también ha reconocido que el equipo está lejos de las posiciones esperadas al principio de la Liga. Salvo accedió a la presidencia el 4 de junio y su trayectoria está marcada por la necesidad de que el equipo mejore en la Liga, la buena trayectoria en la Liga Europa y los cambios en áreas de responsabilidad, entre las que destaca la salida reciente de Braulio Vázquez, responsable de la parcela deportiva del club, en la que ha sido sustituido por el ex jugador Joaquín Pérez Rufete.
Las negociaciones para acabar el nuevo Mestalla, cuyas obras están paradas desde 2009, dieron un paso adelante con la presentación en noviembre de las variaciones en el proyecto, aunque todavía no se ha escuchado lo que el valencianismo espera oír: la fecha de reanudación de las obras. Viajes internacionales para exportar la imagen del club y captar inversores, la posibilidad de cambiar de suministrador de material deportivo, el proyecto para que la escuela genere jugadores con nivel de Primera División y, sobre todo, la problemática generada en torno a la relación entre la Fundación Valencia CF, Bankia y la Generalitat, han centrado buena parte de la atención del presidente.
El proyecto de Salvo presenta numerosas diferencias con el anterior, el de Manuel Llorente, pero ambos tropiezan con las dificultades económicas de un club fuertemente endeudado, reciben noticias constantes sobre la posible venta del club y cuentan con pocos recursos para completar la plantilla deseada. Prueba de ello es que el Valencia recuerda estos días la campaña 2003-2004, cuando obtuvo el doblete de la Liga y la Copa de la UEFA, consciente de que sus recursos no dan para hacer un equipo tan competitivo como el de las temporadas previas.
A pesar del triunfo ante Osasuna, lo que menos ayuda al proyecto del nuevo Valencia sucede sobre el terreno de juego. Salvo accedió a la presidencia dos días después de que Ernesto Valverde, el técnico que había dirigido al equipo al final de la pasada campaña y con el que había mantenido contactos sobre su renovación, decidiera bajarse del proyecto 2013-2014.
De Salvo fue la apuesta por Miroslav Djukic para dirigir al Valencia actual. Se trata de un técnico que todavía busca el patrón de juego y la efectividad necesarias para competir por el cuarto puesto de la Liga, que permitiría alcanzar el principal objetivo de la entidad: disputar la próxima edición de la Liga de Campeones. Salvo confió en Djukic desde el principio, lo ratificó en momentos de crisis y sólo tras la llegada de Rufete se ha desmarcado de las decisiones sobre su futuro que a partir de ahora serán asunto del nuevo máximo responsable de la parcela deportiva.
Los jugadores tienen más calidad de la que los resultados demuestran, pero como equipo no parecen consistentes. El equipo alterna resultados y juego dignos con partidos decepcionantes. Además, suele mostrar sus virtudes con más facilidad como visitante que ante su afición, con excepción del partido ante Osasuna. Sin líderes de la talla de Roberto Soldado o David Albelda, el Valencia sufre hasta cuando juega bien, como le ocurrió recientemente en Elche.