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La condena de 21 mujeres por protestar estremece a Egipto
Las jóvenes se enfrentan a penas de hasta once años de cárcel por lanzar globos a favor de Mursi en Alejandría
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa condena ejemplarizante que un juez de Alejandría impuso el pasado miércoles a 21 mujeres por manifestarse en apoyo al expresidente Mohamed Mursi ha sido recibida en Egipto con indignación y con nuevas protestas en las calles, a pesar de la nueva y restrictiva ley que regula las manifestaciones. Ayer, un estudiante de la Universidad de El Cairo murió en enfrentamientos con la Policía, que entró en el campus para dispersar una concentración en solidaridad con las condenadas.
Las mujeres, entre ellas seis adolescentes que han sido referidas a un tribunal de menores, han sido condenadas a penas de 11 años de prisión por múltiples delitos, como formar parte de una organización terrorista, cortar el tráfico o utilizar la violencia contra las fuerzas de seguridad. Según sus familiares, las chicas, la mayoría de entre 18 y 22 años, habían formado el pasado 31 de octubre una cadena humana y portaban globos y pegatinas con símbolos de apoyo al islamista Mursi cuando fueron arrestadas por la policía. Entre las condenadas hay una madre y una hija que aseguran que estaban cruzando la calle en el lugar en el que se produjeron las detenciones.
Desafío estudiantil
Varias ONG de derechos humanos han denunciado que se trata de un juicio politizado, lo que «despierta dudas sobre el futuro de la Justicia en Egipto y el regreso al uso de las instituciones judiciales como herramienta contra la oposición», señalaba ayer la Red Árabe para la Información de los Derechos Humanos en un comunicado.
Las severas condenas a las 21 mujeres contrastan con la absolución de casi todos los agentes acusados en los últimos años de la muerte, maltrato o tortura de manifestantes, los últimos tres ayer. Desde el golpe de Estado militar del pasado 3 de julio, las nuevas autoridades egipcias se han volcado en la represión de todas las manifestaciones y símbolos en defensa de los Hermanos Musulmanes y del depuesto presidente Mohamed Mursi. El celo puesto por el nuevo Gobierno, su Ministerio del Interior y la Fiscalía en acallar las voces de apoyo a los islamistas les ha llevado a castigar tanto a deportistas de élite que manifestaron públicamente su apoyo hasta, como se conoció ayer, a un estudiante de secundaria que llevaba en su cartera una regla con una pegatina de una mano que alza cuatro dedos, icono que se ha convertido en símbolo de la protesta de la cofradía.
Las protestas callejeras también han sido reprimidas con dureza. Ayer la Policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los cientos de estudiantes que, desafiando la nueva ley de manifestaciones, se congregaron en la Universidad de El Cairo. La nueva y draconiana ley exige pedir autorización al ministerio del Interior con al menos tres días de antelación e impone duras sanciones y multas.