Sergio Ramos, entre mentiras y verdadesFlorentino pone precio al divorcio con Sergio Ramos
«Yo siempre saludo a mi presidente», asegura el defensa sevillano tras su desplante a Florentino, mientras Ancelotti afirma que no daría el visto bueno a la venta «de uno de los centrales más fuertes del mundo»
MADRID Actualizado:«Yo siempre saludo a mi presidente. Otra cosa es lo que quieran vender. Soy un privilegiado por jugar en el Real Madrid. La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio. ¡¡Hala Madrid..!!», escribió este viernes Sergio Ramos en su cuenta de Twitter, para intentar negar, como consecuencia de una frustrada renovación de contrato, su mala relación con Florentino Pérez, con quien tuvo un desplante el jueves durante un acto publicitario en el hipódromo de la Zarzuela. Tras el nuevo frente abierto en el Real Madrid y, con el fin de reforzar su aseveración, Sergio Ramos adjuntó en la red social un vídeo y una fotografía, donde se le puede ver estrechando la mano del presidente blanco, después de evitar un cruce de miradas y negarle el saludo en el estrado, durante la entrega de coches a los jugadores del equipo blanco.
Sergio Ramos pretende un aumento de sueldo (cobra 5,5 millones anuales netos) y Florentino Pérez no está dispuesto a complacer al segundo capitán, por lo que no se hablan desde el partido de Granada, según anunció la madrugada la Cadena Ser, que desveló la discusión que ambos tuvieron cuando el sevillano reclamó una mejora de salario rechazada. «Mi cláusula de 150 millones no la va a pagar nadie, ¿pero si traigo 65 millones me puedo ir?», le preguntó Ramos al presidente. «Donde quieras», respondió Florentino. «¿Y si es al Barça también?», continuó el defensa. «Si es al Barça, mejor», contestó el máximo dirigente blanco a Ramos durante una conversación revelada por el programa 'El Larguero' a raíz del distanciamiento evidenciado entre presidente y futbolista, quien precisamente fue el primer fichaje español de Florentino Pérez en 2005 y se convirtió en su 'niño mimado'.Más información en {GRADA360}
Ahora que el Real Madrid considera que Sergio Ramos no está centrado en su trabajo y que el futbolista ha amenazado con marcharse del club, ya que el defensa dice tener ofertas importantes de clubes de la Premier, como son el PSG y el Manchester City, el sevillano ha encontrado sin embargo un aliado inesperado en el técnico, Carlo Ancelotti. El entrenador italiano aseguró este viernes que nunca aprobaría su traspaso, al contrario de lo que hizo con Özil, cuya marcha dolió mucho al vestuario. «No daría el visto bueno a la venta de Ramos por 65 millones, porque es uno de los defensas centrales más fuertes del mundo y necesitamos defensas centrales. Sergio Ramos tiene experiencia y calidad y necesitamos para los jóvenes, caso de Varane y Nacho, tener enfrente jugadores de experiencia como él y como Pepe», señaló Ancelotti dos días después de abroncar públicamente al andaluz por su expulsión en el partido ante el Galatasaray.
Ancelotti incluso llegó a manifestar que «el presidente tiene una muy buena relación con todos los jugadores», pese a que es conocido el grave desencuentro entre Florentino Pérez y Casillas que desembocó la pasada temporada en la suplencia del portero y capitán tras perder su guerra personal con José Mourinho. Al igual que el guardameta de España, Sergio Ramos también se enfrentó al técnico portugués y ahora también él se encuentra en el disparadero y se considera víctima de una campaña mediática en su contra, a causa de su renovación de contrato.
«Yo hablo muchas veces con el presidente y nunca hemos hablado de un supuesto distanciamiento con Sergio Ramos. Todo el mundo conoce la importancia de Sergio Ramos, técnicamente, por personalidad y por historia. Yo tampoco tengo problema con él, ni él conmigo. Después del partido ante el Galatasaray dije que necesitaba cubrir la espalda y nada más. Es sólo una charla táctica de posicionamiento. Cometió un error, pero no cambia nada. Es un error en el campo y nada más. Sergio Ramos es un jugador muy importante para este equipo», insistió Ancelotti.