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G2, como muestra un botón
LG ha apostado por llevarse el control de bloqueo a la parte trasera. Así ofrecen más pantalla y una batería mayor sin afectar a las dimensiones de un potente terminal
MADRID Actualizado: GuardarComo muestra un botón. Esa expresión le viene como anillo al dedo al G2 de LG. El nuevo buque estrella de la factoría surcorena con la que pretende consolidar la próxima navidad el 'sorpasso' iniciado a raíz del exitoso Nexus 4 que fabricó para Google destaca por una llamativa fórmula en el diseño. Los asiáticos han decidido realizar un movimiento arriesgado al colocar el control de volumen y el de desbloqueo en la parte trasera del terminal, permitiendo ofrecer una pantalla mayor sin que ello afecte a las dimensiones del teléfono.
Aunque la primera impresión es de sorpresa, realmente esta fórmula resulta francamente natural, ya que encaja con la forma que la mayor parte de las personas sujeta el teléfono. Respeto al exterior, que destaca por las líneas curvas de su silueta, destaca también el plástico escogido para su cubierta trasera. Aunque no incide en absoluto en el agarre -con una gran sensación de seguridad- el material es un auténtico imán para las huellas y una superficie gomosa (como la del recién estrenado Nexus 5) o el fondo acristalado de su predecesor habría supuesto un auténtico acierto para este teléfono que compite en las cotas más altas del mercado. En los bordes, han decidido mantener la franja metálica de su anterior modelo. Con esta disposición, los altavoces, el conector miniUSB y la clavija para los auriculares quedan en la parte inferior. Si hay que ponerle una pega al diseño, sería la ausencia de una rendija para tarjeta microSD para aumentar los 16GB o 32 GB de memoria interna.
Por una de las cosas por las que más destaca el G2 es por su generosa pantalla. El cambio de botones permite, entre otras cosas, reducir al máximo el espacio entre el borde la pantalla y el borde del terminal en la parte frontal pudiendo ofrecer de esta manera 5,2 pulgadas (reforzada con Gorila Glass 2) de display en mucho menos espacio. La tecnología IPS, así como su resolución (1080×1920 pixeles), como la densidad de la pantalla (423 pixeles por pulgada) hacen que sea un aparato perfecto para consumir vídeos y fotos, en cuya reproducción destaca la fidelidad y lo logrado de los colores. En definitiva, se trata de una gran pantalla, una de las mejores del mercado, que además funciona muy bien en todas las condiciones lumínicas, tanto con mucha como con poca luz.
El encargado de mover este dispositivo es un procesador Snapdragon a 2.3 Ghz, algo que junto a 2 gigas de memoria RAM. Una combinación excelente que hacen que este teléfono no sufra con ningún tipo de aplicación y ofrezca buena capacidad de respuesta. Sobre el software, destacar las modificaciones introducidas sobre Android y las múltiples opciones y accesos directos. A destacar el Quick Remote (un mando de televisor universal), el modo Plug and Play (que ofrece accesos directos nada más conectar los auriculares) o el modo invitado (que permitirá ofrecer un interfaz personalizado con un simple patrón de desbloqueo).
Sobre la cámara, el G2 se queda un paso por detrás de la del Xperia Z1 o el Lumia 1020 al ofrecer solo 13 megapíxeles pero reduce distancias con una serie de añadidos como la estabilización óptica. Cuenta con un gran abanico de opciones de configuración e incluye cerca de doce modos de captura entre los que se incluye el disparo ráfaga, el disparo retocado o el modo dual que permite usar la cámara trasera y frontal al mismo tiempo. Sobre la grabación de vídeo, captura las imágenes a 60 frames por segundo a una calidad de 1080p. En términos generales, aunque tenga a otros rivales por delante, se trata de una buena cámara en sintonía con el resto del terminal aunque flojea un poco cuando la luz escasea.
En LG también han resuelto perfectamente la ecuación de la autonomía. En este caso han incluido una batería de 3.000 mAh que permite poder superar holgadamente una jornada con un uso medio alto del terminal sin parar a cargarlo en ningún momento.