Reyes pelea por un balón. / Efe
FÚTBOL | LIGA EUROPA

El Sevilla empata en la siesta y se jugará el liderato en Alemania

El equipo de Emery fue superior al Estoril, pero un gol de Fernandes en el último minuto evitó su victoria

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Sánchez Pizjuán pasó en tan sólo cuatro días de una puesta en escena enviada a cada rincón de este mundo a presentar un aspecto fantasmagórico. El rival no era de entidad, pero el Sevilla se jugaba un puesto en la siguiente fase. El público prefirió manta y brasero para superar la dulce resaca de la goleada en el derbi. De esa falta de motivación se contagiaron los jugadores sevillistas, toda vez que acabaron empatando un encuentro que ya tenían ganado. El 1-1 final obliga a los rojiblancos a viajar a Alemania con la obligación de vencer al Friburgo para poder clasificarse como primeros de grupos.

Tardó siete minutos el Sevilla en abrir el marcador. Una simple combinación entre los hombres de arriba bastó para abrir la lata y que Gameiro se reivindicara con un maravilloso tanto. Bien es cierto que debe agradecerle la mayoría del gol a Reyes, exquisito en su jugada individual previa. El francés, a la sombra en las últimas semanas de la garra puesta por Bacca, necesitaba demostrar que es aquel delantero con talento al que muchos llegaron a comparar con Benzema. Estancado en el PSG, aterrizó en tierras andaluzas dispuesto a dar un golpe sobre la mesa e incluso intentar estar en el Mundial de Brasil. Sabe que la entidad de Nervión es un manjar apetitoso, pese a las últimas malas campañas realizadas. Ese cartel que aún tiene el equipo debería dar un extra de motivación a un profesional con tendencia a desaparecer si las cosas no le van bien.

A raíz del gol el choque bajó en intensidad hasta perderse entre los bostezos del poco público presente. Sólo los destellos de un motivado Reyes despertaban tímidos aplausos que servían de camino para aliviar el frío del cemento helado sevillano. Esas palmas iban acompañadas de silbidos cada vez que Perotti cogía la pelota, el único entretenimiento que dejaba lugar una primera parte en general aburrida. No se le perdonan al argentino pasados enfrentamientos y desavenencias con un sector de la grada. Sabía Una Emery que con un resultado tan corto, los problemas podrían llegar en cualquier manera. Por esta razón decidió cambiar el sistema inicial y permitió un adelantamiento de las líneas de cara a la segunda mitad. Buscaba el técnico vasco acabar con el partido por la vía rápida y empezar a hacer cambios que permitieran descanso a sus hombres más importantes, entre ellos Rakitic, aprovechado al máximo cada semana.

Esa intensidad no se vio reflejada sobre el césped. Los hispalenses perdieron toda presencia en la línea de tres cuartos. Incluso los portugueses lograron acercarse a la meta de Varas en un par de ocasiones llevando malos augurios. Tanto fue el cántaro a la fuente que Fernandes sorprendió a todos en el último minuto con un tanto que dejó helados a los sevillistas. Un empate que deja tocado a Emery y a los jugadores, y que obliga al Sevilla a jugarse en Alemania el primer puesto contra el Friburgo en la última jornada.