Rajoy avisa a Amaiur de que no hará concesiones en la gestión del fin de ETA

"Hice lo que se debe esperar del presidente de Gobierno: cumplir y hacer cumplir la ley, acatar las resoluciones judiciales y apoyar a las víctimas del terrorismo". Ese es el balance que hace Mariano Rajoy de su política, dos años después de que ETA anunciara el fin de su actividad. Así, ha replicado a una pregunta del diputado de Amaiur Mikel Errekondo durante la sesión de control en el Congreso, en la que le ha acusado de "inmovilismo".

Errekondo ha argumentado que el Gobierno está perdiendo una "oportunidad histórica" por no hacer gestos con los presos de ETA. "Tiene una oportunidad para actuar en Sevilla II, el Abu Grahib, el Guantánamo de España en el que presos vascos llevan cuatro años de aislamiento y 21 días en huelga de hambre para protestar contra el contiguo hostigamiento al que son sometidos", ha dicho.

El diputado de la formación independentista ha dado además por hecho que Rajoy es rehén del ala dura de su partido y no de sus propios deseos. "Libérese de sus mandantes -ha llegado a decirle- rebélese y deje de ser preso de estrategias ajenas". Además, ha apelado a comunidad internacional y a la propia "sociedad vasca" en la que no hay familia que no haya sufrido de alguna forma, ha dicho, "las consecuencias de la violencia".

Rajoy se ha ratificado en su postura y ha advertido de que la democracia española no debe nada a ETA. "Debería usted preocuparse más por el balance de su actuación y la de su grupo: todavía no han condenado la historia de ETA, todavía no han pedido perdón a las víctimas, y todavía no han pedido la disolución de la única banda terrorista que hay en Europa", ha replicado, para remachar: "No se negocia porque se mate, ni se premia por dejar de hacerlo".