Las bases del SPD añaden suspense al pacto de gobierno en Alemania

En realidad todo está en el aire. A 24 horas de que se cumpla mañana el plazo para cerrar el acuerdo de gobierno entre los conservadores de la canciller, Angela Merkel, y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) siguen pendientes las cuestiones más conflictivas. Más complicado aún es satisfacer financieramente, con las cuentas en la mano, las demandas planteadas por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, sus hermanos de la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera y el SPD. Decidir el alcance y el reparto del gasto en los próximos cuatro años es tan polémico como negociar las concesiones que unos u otros están dispuestos a hacer para que el tripartito prospere.

El primer borrador al que se enfrentaron anoche Merkel; el líder bávaro, Horst Seehofer, y el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, tenía 177 páginas y un preámbulo en blanco. En blanco también el último capítulo titulado 'Forma de actuar del Gobierno federal' en el que deben detallarse los ministerios y sus titulares. Se da por sentado que la CDU se llevará cinco carteras, la CSU ostentará tres y el SPD las seis restantes.

Los detalles de la introducción del salario mínimo de 8,50 euros para todo el territorio nacional, la creación de un peaje para vehículos extranjeros que circulen por las carreteras alemanas o las pensiones son temas que se resolverán a última hora. Antes de reunirse ayer en la sede de la CDU, todos los implicados se mostraron convencidos de que el acuerdo saldrá adelante, si bien también aprovecharon para reiterar sus demandas maximalistas.

Se espera que el acuerdo de 'gran coalición' se cierre hoy durante la última sesión plenaria de la gran comisión negociadora compuesta por 75 altos políticos de las tres formaciones, si bien en los 12 grupos de trabajo implicados en las conversaciones llegaron a participar más de 300 personas.