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Cristóbal Montoro, en su intevención en un desayuno informativo. :: F. ALVARADO / EFE
Economia

Rifirrafe entre Montoro y Bruselas a cuenta de las reclamaciones de ajustes

El ministro de Hacienda reclama un cambio en el lenguaje y la Comisión Europea dice que cumple su obligación al pedir otra tanda de reformas

CÉSAR CALVAR
MADRID.Actualizado:

Cristóbal Montoro sigue haciendo amigos. Ayer le tocó a la Comisión Europea convertirse en blanco de sus ataques por la constante reclamación a España de ajustes adicionales que formula el Ejecutivo comunitario cada vez que emite algún juicio sobre la marcha del proceso de consolidación fiscal y las posibilidades de cumplir con éxito los objetivos fijados. Montoro dejó claro que espera de la UE algo más que regañinas y reclamó un cambio sustancial en el discurso de los dirigentes comunitarios.

El origen del rifirrafe fueron unas declaraciones realizadas por Montoro durante un desayuno informativo en el que llegó a tachar de «lenguaje perverso» el discurso de algunos funcionarios europeos ('officials' los denominó él, en un alarde de dominio del inglés).

El responsable de Hacienda admitió que para avanzar en la construcción europea los países tienen que «hacer los deberes en casa», pero también «desde Europa tiene que venir un mensaje que no sea el de los ajustes» o las peticiones de «reducciones, reducciones y reducciones» (sic), que los ciudadanos identifican con recortes y son muy mal recibidos. «Tienen que hablar en positivo los que tienen responsabilidades en Europa, porque se están generando movimientos antieuropeos en algunos países muy grandes», alertó.

«Sabemos perfectamente lo que estamos haciendo», continuó Montoro, para quien «no puede ser» que en el lenguaje actual domine la desconfianza. El ministro resaltó la falta de acierto de organismos como la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en sus pronósticos respecto de España. Esos organismos -señaló- «tampoco esperaban que los desequilibrios se corrigieran a esta velocidad». «Me gustaría recibir otro lenguaje de Europa, de prosperidad y de cohesión», resaltó en ese sentido.

Reforma laboral

La respuesta de Bruselas le llegó al ministro unas pocas horas más tarde por boca de Simon O'Connor. Preguntado por las declaraciones de Montoro, el portavoz comunitario de Asuntos Económicos contestó que la Comisión Europea cumple escrupulosamente con su obligación al reclamar a España otra vuelta de tuerca en las políticas de ajuste.

«Tenemos un trabajo que hacer que nos han encomendado los estados miembros y el Parlamento Europeo, y lo tenemos que hacer de forma diligente, y eso es lo que parece que el Eurogrupo piensa que estamos haciendo», resaltó en rueda de prensa O'Connor, quien reafirmó los temores de Bruselas de que el Presupuesto de 2014 «corre el riesgo de incumplir las recomendaciones del Pacto de Estabilidad». Respecto de las reformas, Montoro presentó como un éxito las aprobadas hasta la fecha por el Gobierno, con especial énfasis en la laboral. Calificó los cambios en el mercado de trabajo como «un éxito» y abogó por «seguir mejorándola, perfeccionándola».

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, que asistió al mismo acto, aclaró más tarde que los únicos cambios que tiene previsto introducir en la legislación laboral consisten en «pequeños ajustes» ya anunciados como la simplificación de los contratos y la reducción de los modelos de los 42 actuales a tres o cuatro y la extensión del contrato de emprendedores a los empleados con contratos a tiempo parcial. «Los ajustes que vamos a aplicar son para mejorar lo que ya tenemos, porque la reforma laboral ya está hecha», insistió. Montoro aprovechó su discurso para alabar el proceso de devaluación interna al que está siendo sometida la economía española y el desapalancamiento de las familias y empresas. Un proceso que definió como «necesario» y del que dijo que «es nuevo, inédito, vivo en sí mismo y que se realimenta». «No hay prisa por acabar un proceso de devaluación que está alimentado por las reformas y es lo que nos está sacando» (de la crisis), dijo.

Montoro y Báñez coincidieron en que la economía ha dejado de contraerse y en que 2014 será el año del crecimiento y la creación de empleo.