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Pinto ve cómo entra en su portería el balón en el segundo tanto del Ajax. / Afp
FÚTBOL | LIGA DE CAMPEONES

El Barça se estrella en Ámsterdam

El equipo de Martino cosecha su primera derrota de la temporada ante el Ajax

CRISTIAN REINO
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El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde hizo su aparición este martes en Ámsterdam. Un Barça gris, sin personalidad y que renunció a la primera parte, perdió el primer partido de la temporada, frente a un Ajax que se jugaba más y que pasó por encima de los culés en los primeros 45 minutos. El Barça mejoró en la segunda mitad, no en juego pero sí empujó más y tuvo otra actitud, aunque no fue capaz de remontar un partido en el que tuvo dos caras, aunque la mala siempre se impuso a la buena. La buena quiso aparecer en la segunda parte y la mala no le dejó. No tuvo su noche el equipo azulgrana, que visitó por primera vez al Ajax, la referencia histórica del Barcelona, la Meca de un estilo y un ADN que adoptó en los años 90, con la llegada de Cruyff, si bien en esta ocasión el cuadro catalán no rindió tributo al modelo que le inspiró y dejó una imagen bastante pobre.

Una imagen que deberá hacer reflexionar al equipo, porque frente a los holandeses quedó claro que si no juegan al 100% pueden perder muchos más partidos. Con el escudo no se gana. Un tópico que se evidenció sobre todo en la primera parte, en la que al cuadro de Martino le faltó tensión. No así en la segunda, aunque lo que echó de menos entonces fue algo más de fútbol y alguna alternativa en su juego. El caso es que al Barça le valía un empate para pasar como primero de grupo y ahora tendrá que esperar a la última jornada para medirse al Celtic y buscar una clasificación más cómoda y con campo a favor en los octavos.

Como en el Camp Nou, el Ajax le disputó el balón al Barça desde el minuto uno. Salió mucho más intenso, más dinámico, con hambre. No en vano, lo que se jugaban los holandeses era mucho más valioso que lo que peleaba el Barcelona, que arrancó achicado, timorato, sin la dinamita que hace falta para competir y muy superado por el juego valiente y vertiginoso de los holandeses. El primer gol, cerca del cuarto de hora, hizo justicia con la apuesta del equipo de Frank de Boer. Un golazo del Ajax, una jugada clásica desde la banda con centro al área, que Hoesen tocó de tacón y Serero remató a la red. Se estaba presenciando, de largo, la peor versión que se ha visto nunca del Barça de Martino. Y en este caso no se podía culpar a las bajas, que eran muchas y de relumbrón (Valdés, Alves, Alba, Messi, Busquets, Adriano o Alexis) porque el argentino puso en juego un once de garantías, en el que Neymar, Cesc y Pedro actuaron en punta; Song, Xavi e Iniesta, en la medular; Puyol y Montoya ocuparon los laterales y la pareja Mascherano-Piqué se encargó del centro de la defensa.

Bronca

La presión holandesa era fuerte aunque fue remitiendo y el Barça trató poco a poco de recuperar la posesión de la pelota. Porque mientras no la tuvo, sufrió. Y de lo lindo. Con más control de balón, parecía que podía cortar la hemorragia. Sin embargo, un fallo en la salida desde atrás, propició el segundo tanto del Ajax, que fue un resumen de lo que fue el cuadro azulgrana en la primera parte: pasivo, ausente, sin nervio, fallón, frío y una sombra del equipo consistente que en Liga lo ha ganado todo menos un empate. Song no se hacía con el control del centro del campo, Xavi jugaba al trote, Iniesta no encontraba socios y los de arriba se metían en guerras personales que no venían a cuento. Un desbarajuste absoluto. Un baño por parte del Ajax que dejaba en muy mal lugar a los azulgrana.

La bronca en el descanso debió de ser de las que hacen época. El equipo salió con otro espíritu, más centrado, con otro rigor. Más metido en el partido. Sólo así se explica que Neymar pudiera interceptar una mala cesión de Van Rhijn, que le dejó solo y Veltman evitó con un claro penalti. Pena máxima y expulsión, jugada redonda, gol de Xavi y partido nuevo. El Ajax en inferioridad y el Barça ahora sí metido en el encuentro anunciaba remontada. Iniesta empezó a encontrar a Neymar y el Ajax cedió todo el terreno y reculó con todos sus hombres metidos atrás.

Tras el gol, y con 40 minutos por delante, se esperaba mucho más del Barça. Pero la intensidad, la presión y las ganas no vinieron acompañadas de mucho juego. Neymar y Pedro lo intentaron por las bandas, pero el Barça no tenía su noche. Salieron Patrick, Sergi Roberto y Adama y el panorama no cambió demasiado. Martino tampoco ayudó, porque a pasar de que jugaba contra diez no movió el dibujo y acabó –de manera incomprensible- con cuatro atrás y Song por delante. Demasiadas reservas para un partido que exigía un cambio de guión. Algo distinto y revolucionario. El volteo no llegó y el Ajax, agazapado, se llevó el gato al agua. Un querer y no poder azulgrana.