El Barça, en la cuna de su estilo

Hace pocos días, concretamente el 28 de octubre, se cumplieron 40 años del debut de Johan Cruyff con la camiseta del Barça. De aquel día de 1973 se recuerda el 4-0 al Granada, curiosamente el mismo resultado del pasado sábado en el Camp Nou en una especie de homenaje del destino, y que el 'El Flaco' logró dos goles, pero nadie se atreve a afirmar que aquello fuera un espectáculo futbolístico nunca visto o algo parecido. Entonces no se debatían esas cosas. Ahora sí debido a la influencia que tuvo aquel crack holandés en el club azulgrana primero como delantero, luego como entrenador del 'Dream Team' (y descubridor del Pep Guardiola futbolista), más tarde como asesor de la presidencia de Joan Laporta (y valedor del Pep Guardiola técnico) y ahora como líder de opinión del entorno que no se conforma con una victoria si no tiene el supuesto sello de la escuela 'cruyffista' y, por lo tanto, del Ajax donde se formó. Y allí, a Amsterdam, a la cuna del estilo que se le reclama al Tata Martino, viaja el Barça por primera vez en su historia en partido oficial.

El técnico argentino ya sabe lo que le espera en tierras holandesas: una enorme lupa sobre la estadística del partido y un gigantesco reloj para medir la posesión del esférico. El Ajax ya se la discutió en la primera vuelta de esta fase de grupos en el Camp Nou pese a caer 4-0. Tras aquel encuentro, el Tata supo que en el Barça no basta con ganar. Pero han pasado dos meses y el exentrenador de Newell's está demostrando personalidad, como mínimo, para no dejarse llevar por las exigencias del elitismo futbolístico que rodea al club. El Barça ya está clasificado para los octavos de final de la Liga de Campeones y le basta con un punto en Ámsterdam, o contra el Celtic en la última jornada, para certificar el primer puesto que permita un mejor cruce y jugar la vuelta en el Camp Nou. Con el Athletic esperando el domingo en San Mamés y sabiendo que Martino usa la calculadora para repartir minutos y medir esfuerzos, no parece que se vaya a tomar la visita al Ajax como un reto personal. Aunque algo le corroe por dentro. Por eso dijo hace un mes, posiblemente mal aconsejado, aquello de que se le critica por no ser un entrenador catalán ni holandés.

Su convocatoria, forzada por las nueves bajas, invita a pensar en un partido meditado para intentar sumar ese punto como mínimo con el menor desgaste posible porque los mismos que jueguen en el Ámsterdam Arena tendrán que superar la prueba de fuego del Athletic con la excepción de Alexis, el único de los ausentes en Holanda que no está lesionado, sino sancionado. Valdés, Messi, Alves, Alba, Adriano, Tello, Jonathan dos Santos y Afellay no dejan demasiadas opciones al Tata, quien ha convocado a cuatro del filial: dos en edad juvenil (el delantero centro de 18 años Dongou y el extremo de 17 Adama) y dos defensas (el central Sergi Gómez y el lateral derecho Patric).

Sin laterales zurdos

Sin laterales zurdos en la lista, se intuye que a Puyol le tocará ocupar esa banda, con Montoya por la derecha. Y sin Messi ni Alexis, parece claro que Cesc será el falso '9', flanqueado por Pedro y Neymar, dejando la media para Iniesta, Xavi (que reaparecer tras ser baja ente el Granada) y Busquets. Con Pinto en la portería, faltaría conocer la combinación en el eje de la zaga: dos plazas entre Piqué, Mascherano y Bartra. No se puede descartar que Song y/o Sergi Roberto puedan colarse de inicio en el once.

El Ajax, tras un mes de malos resultados, ha recuperado la alegría en las últimas jornadas en la Eredivisie con un par de victorias e incluso tiene en su mano la posibilidad de entrar en octavos de la Liga de Campeones tras derrotar al Celtic. Con 4 puntos, está a uno del Milan (5) y aventaja al Celtic (3) en otro. En la última jornada visita al equipo italiano, por lo que si supera al Barça se lo jugará todo en San Siro. Bojan Krkic está lesionado todavía y no podrá jugar ante el club al que todavía pertenece para disgusto de dos ex culés como Marc Overmars, director deportivo del Ajax, y Frank de Boer, entrenador.

Son dos clubs hermanados gracias a Johan Cruyff, quien aunque vende imparcialidad en las redes sociales, todo el mundo apuesta a que se le alegrará más si gana el Ajax que si lo hace el Barça, presidido por Sandro Rosell, con quien no comulga antes incluso de que éste tuviera la intención de anular la presidencia de honor que Laporta se inventó para su amigo Cruyff. Johan renunció horas antes de la humillación, pero no perdona. Ni perdonará. Y el Tata recibe de rebote por el estilo.