Reclamaciones
Actualizado:Nuestro supuesto Estado de Derecho desprotege a los ciudadanos consumidores y consiente los abusos ante la infinidad de problemas de funcionamiento de líneas de electricidad, de telefonía o de otros servicios. Las reclamaciones, llamadas de teléfono, cartas, etcétera no sirven para nada. Seguimos sin protección, a pesar de que existen asociaciones para la protección del consumidor. No se puede imaginar la desvergüenza y la falta de ética profesional cuando surge algún problema con estas empresas. Sus operadoras, extendidas por toda Sudamérica repiten y repiten las mismas cosas, pasándose la pelota unos a otros y solucionan los problemas cuando les viene en gana. Mientras las pérdidas de tiempo son cuantiosísimas, la paciencia se pierde y alguna vez hasta los modales. Es inadmisible que encima que pagas en exceso, en relación a otros países de nuestro entorno,tengas que aguantar tanto atropello. Señores políticos, asesores de estas compañías ¿me pueden decir qué podemos hacer los ciudadanos ante tanta injusticia, tanta desprotección y tanto despotismo? ¿Para qué les votamos?