Parados en la entrada del centro de Janer para solicitar trabajo, lugar al que acudirá el regidor para mostrar su apoyo a las reivindicaciones del colectivo.
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Descartan revisar las alturas de la torre de 22 plantas de 'Janer'

Loaiza deja claro que el Plan Especial para el desarrollo de la zona es «legal, cumple con el PGOU y con todas las normativas vigentes»

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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No hay lugar para el debate. Ayer lo zanjó el alcalde, José Loaiza, al asegurar que el Ayuntamiento no revisará las alturas planteadas para el desarrollo del espacio comercial e industrial de 'Janer'. La duda surgió tras conocerse la intención de levantar una gran torre de 22 plantas, destinada a uso hotelero y para el sector terciario. De llevarse a cabo se convertiría en el edifico más alto de la Bahía, situado al borde del Parque Natural. «El informe de Medio Ambiente es favorable porque el ordenamiento que se ha dibujado cumple con la legalidad, con el Plan General de Ordenación Urbana y con la normativa vigente. Únicamente hay una serie de recomendaciones que se hacen por parte de Medio Ambiente, pero que tratan asuntos que son de índole potestativo del Ayuntamiento», es decir, que el Consistorio puede llevarlo a cabo o no, pero no tiene obligación de hacerlo.

En primer lugar se refiere a la necesidad de contar con un estudio de incidencia paisajística de esta torre. Es una opción que se está estudiando «ya que lo que abunda no daña», si bien el regidor insistió en que no es necesario, ya que se considera que no rompe con un paisaje que ya se considera que está integrado tanto en el ámbito urbano como en el natural, por una transición de zona verde en el caso del Parque Natural y otra diferenciada con un vial a la entrada de San Fernando. Además, se quiere aprovechar la torre para colocar un mirador de observación. «Es una de mis exigencias porque consideramos que puede ser un gran atractivo para la ciudad. No existen dudas de que este edificio es legal y otra cosas son los gustos. A Medio Ambiente le podrá gustar más o menos pero sobre eso no se puede pronunciar porque debe ajustarse a los criterios de legalidad. Eso sí, comprendo que su arquitectura debe cuidarse».

Lo que significa que se entiende como un edificio singular, donde se enmarca la otra recomendación de Medio Ambiente, la de realizar un proceso de participación ciudadana. Algo que sí queda completamente descartado. «Qué hacemos. Un concurso de ideas al que vengan cinco o seis arquitectos que no son de la ciudad, una consulta popular o recogida de firmas. Todo eso no hace más que retrasar los trabajos. Nosotros fuimos elegidos para representar al pueblo y tomar decisiones. Si me equivoco entonces en las próximas elecciones me sentarán en el banquillo y si acierto pues me volverán a respaldar», dijo Loaiza.