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El nuevo portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Gil Tamayo. / Juan Carlos Hidalgo (Efe)
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'Cásate y sé sumisa', un título que disgusta a Gil Tamayo

El portavoz de los obispos invoca a san Pablo y dice que la “vocación cristiana es la libertad, no la obediencia ciega”

ANTONIO PANIAGUA
MADRIDActualizado:

Al secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, no le gusta el título del libro ‘Cásate y sé sumisa’, editado por un sello dependiente del arzobispado de Granada. “San Pablo nos habla de que nuestra vocación es la libertad, no la obediencia ciega. La obediencia cristiana no es una obediencia cuartelera", alegó el portavoz, quien reconoció, con todo, no haber leído la obra, cuya retirada ha pedido la Junta de Andalucía.

Recalcó que es prematuro juzgar un libro solo por el título. Apelando a su condición de periodista, aseveró que se ha de “pasar de la entradilla al cuerpo de la noticia. De lo contrario caemos en una dinámica que no nos favorece. No he leído el libro, pero la primera impresión es que no hemos pasado del título".

Tamayo, que explicó a la prensa las conclusiones de la asamblea plenaria de obispos que se ha celebrado esta semana, aseguro que el aborto no es una cuestión religiosa ni política. “El aborto no es un derecho. El aborto es sobre todo un problema grave, especialmente para quien lo sufre; es doloroso y trágico, y entraña situaciones comprensibles, pero que en ninguna manera justifican la eliminación de una vida humana. El fin no justifica los medios, ni en este caso ni en otros, porque la excepción nos pondría en un disparadero que se volvería contra la propia sociedad civil".

En cuanto a los dineros de la Iglesia, el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, informó de que este año se trabaja sobre la hipótesis de obtener 247,9 millones procedentes de la asignación tributaria. Ello significa la misma cantidad que se consiguió en el ejercicio precedente. El Fondo Común Interdiocesano está dotado con 231,6 millones, una vez descontados los seis millones que se destinarán a Cáritas, la previsión por compensación del IVA (5,5 millones) y las campañas a favor de la financiación de la Iglesia (4,8 millones). Por cuarto año consecutivo el fondo no experimenta ningún incremento. La parte del león de estos presupuestos se dirige a pagar las retribuciones del clero y los obispos, lo que supone 154 millones de euros. La cantidad destinada la Conferencia Episcopal se cifra 4,4 millones.