Condenada a indemnizar a su propio hijo por no obligarle a ir a clase durante meses

Una albaceteña tendrá que indemnizar a su propio hijo con 6.000 euros y pagar una multa de otros 2.400 por haber permitido que su vástago no fuera a clase durante varios meses. El chico, que ahora tiene 17 años, no acudió al centro educativo donde estaba matriculado en 54 ocasiones a lo largo del curso 2007-2008, cuando contaba con 12 años de edad.

La Audiencia Provincial de Albacete condena ahora a su madre por un delito de abandono de familia. La sentencia incluso advierte a la mujer de que, después de todo, puede dar gracias ya que podría haber acabado en la cárcel porque este delito se castiga a veces con una pena privativa de libertad.

Durante el juicio, la madre se liberó de toda responsabilidad: «No podía con mi hijo, a veces lo dejaba en la puerta del colegio pero luego me enteraba de que no había ido a clase porque no quería. Esto me enfadaba y me hacía daño porque yo quería que él fuera a clase pero me era imposible llevarlo».

Las ausencias de su hijo al colegio coincidieron con una época en la que ella sufrió depresión, un problema agravado por su condición de separada, ya que cuando el pequeño vivía con su padre acudía a clase a diario. El tribunal condena a la mujer «por la negativa incidencia» que su actitud tuvo sobre la formación de su hijo.