El Rey estará en condiciones de presidir la Pascua Militar el próximo 6 de enero
Los médicos calculan que podrá caminar sin ayuda de muletas en torno a la primavera, tras colocarle la prótesis definitiva de su cadera izquierda
MADRID.Actualizado:No tendrá por qué volver a perderse, en el corto plazo, otro evento en el que su figura resulte clave. El médico encargado de las dos últimas operaciones del Rey, el doctor de la prestigiosa clínica Mayo de Estados Unidos Miguel Cabanela, dio ayer por hecho que don Juan Carlos estará en condiciones de presidir el próximo 6 enero la tradicional Pascua Militar. Lo dijo al término de una intervención quirúrgica de «dos horas y treinta y dos minutos», la precisión es suya, con la que se ha pretendido poner fin a los problemas de cadera del monarca.
Ni siquiera el propio Cabanela, una eminencia médica de origen gallego, se atrevió a poner la mano en el fuego por que, tras esta entrada «en el taller», el Rey pueda despedirse de los quirófanos, al menos en lo que a su especialidad se refiere. «La medicina es una ciencia muy inexacta», admitió. Sus previsiones, en todo caso, son halagüeñas. Si no hay imprevistos, calcula que el jefe del Estado estará caminando sin muletas en primavera.
En septiembre, cuando llevó a cabo la primera fase del plan previsto para combatir una infección de origen desconocido en la articulación, que ya le había sido operada en noviembre de 2012, el cirujano dijo que para ganar autonomía completa don Juan Carlos necesitaria seis semanas. Esta vez admitió que, teniendo en cuenta su historial -desde el accidente de Botsuana ha sido operado en cinco ocasiones de ambas caderas- quizá el cálculo había sido demasiado optimista. Y lo dejó en dos meses y medio o incluso tres.
En todo caso, una vez que pase el primer mes de rehabilitación es probable que la actividad de don Juan Carlos se multiplique. Ahora ya no hay foco infeccioso que combatir. La prótesis que le ha sido colocada está bien anclada -durante los dos últimos meses llevó una provisional recubierta de antibióticos-. Y en diez días podrá empezar a trabajar con los fisioterapeutas en la piscina de forma más «agresiva».
Viajes cortos
A ese ritmo, en enero podrá cumplir con sus obligaciones «si lo que se le pide es estar de pie un periodo de tiempo no muy largo», según matizó el doctor. Incluso podría viajar en los primeros seis meses siempre y cuando los vuelos, que afectan a la circulación sanguínea, no excedan de las dos horas. Después, tanto Cabanela como su asistente, el también cirujano de Mayo Robert Trousdale, aseguraron aparentemente sin ironía que incluso podría practicar algún deporte que no sea de impacto como montar a caballo o jugar al tenis; cosa, por otro lado, poco probable. Sea como fuere, el especialista, que fue llamado ex profeso en septiembre por su pericia en este tipo de operaciones de cadera y renunció a cobrar su minuta, dio por sentado que, a partir de ahora, el Rey podrá prescindir de sus servicios. Otra cosa, bromeó, es que lo visite de vez en cuando cuando venga a España porque «después de todo» han trabado amistad. No en vano, a lo largo de estos dos meses en los que el doctor Cabanela ha estado en Estados Unidos, han hablado unas dos veces por semana a fin de mantener un seguimiento médico.
El Monarca recibió la visita de la Reina y el Príncipe de Asturias. El heredero al trono manifestó a la salida que don Juan Carlos se encontraba en buen estado y con hambre. «Tiene ganas de empezar a hacer vida normal», afirmó don Felipe, que insistió en que el jefe del Estado está con «buen espíritu y sentido del humor». Tras ser preguntado sobre sí esta será la última vez que el Rey deba operarse de la cadera, el Príncipe reconoció que nunca se sabe. «Uno se puede caer en cualquier momento, todos podemos pasar por ahí», dijo.