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Fernández y Moreno. :: REUTERS
MUNDO

Cristina Fernández se rodea de fieles en su nuevo Gobierno

La presidenta argentina prescinde del polémico y todopoderoso secretario de Comercio Interior a cuya política se atribuye el revés electoral de octubre

MARCELA VALENTE
BUENOS AIRES.Actualizado:

Con un retraso justificado por su convalecencia, la presidenta argentina, Cristina Fernández, tomó nota del resultado electoral adverso de octubre y relevó al polémico y todopoderoso secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el funcionario que estaba detrás de la manipulación de las estadísticas y de las restricciones arbitrarias a la adquisición de dólares. La salida de Moreno fue la noticia más esperada de esta primera etapa de cambios que incluyó el reemplazo del jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina por el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, el ascenso del secretario de Política Económica, Axel Kicillof, al cargo de ministro de la cartera y el nombramiento de un nuevo presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega.

El acto de asunción formal de los nuevos funcionarios fue el escenario para el regreso a la Casa Rosada de Fernández, recluida en la residencia presidencial de Olivos desde que se operó de un hematoma en el cráneo el 8 de octubre.

El relevo de los primeros espadas, que se prevé continuará, se manifiesta como la respuesta del Gobierno al resultado de las legislativas de octubre. Si bien el oficialismo fue la fuerza más votada en todo el país, sufrió severas derrotas en distritos muy populosos como la ciudad de Buenos Aires, la provincia del mismo nombre, las de Santa Fe, Córdoba y Mendoza. La renuncia de Moreno fue el cambio más celebrado ayer en Argentina. «Es el primer dato objetivo de cambio en función del 27 de octubre», declaró el vencedor de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa, de visita estos días en España.

Abal Medina era considerado un secretario de Cristina más que un jefe de Gabinete con poder propio como para articular las políticas de los distintos ministerios, las provincias y el Parlamento. En cambio Capitanich es una figura de mayor peso político y autonomía. Algunos analistas anticipan que la promoción de Capitanich puede ser una oportunidad del oficialismo para ir presentando personas capaces de competir por la presidencia en 2015, cuando Cristina Fernández finaliza su segundo mandato. La idea es que el exmandatario provincial brinde oxígeno a la Administración.

El cambio que menos convenció a los críticos fue el nombramiento de Kicillof para Economía. Economista de 42 años, que capitaneó la nacionalización de YPF, se convirtió hace tiempo en un asesor de mucha confianza de Fernández que, además, ha conseguido lo que ningún otro antes; que se vaya Moreno. El ya exsecretario de Comercio Interior se había transformado en un lastre para la Administración Kirchner con su prepotencia y sus muchos fracasos.