La oposición siria pierde a su principal comandante
Actualizado:La guerra avanza en Siria mientras las iniciativas diplomáticas siguen sin ser capaces de sentar a las dos partes en una mesa de negociación. El Ejército de Bashar el-Asad ha lanzado una fuerte ofensiva en la zona montañosa de Qalamoun, en plena frontera con Líbano y de donde miles de civiles han huido en las últimas horas, y prosigue su lucha en Alepo para recuperar posiciones en la segunda ciudad más importante del país. La oposición armada confirmó la muerte el miércoles de Abdul Qadir al-Saleh, líder de la brigada Liwa al-Tawhid, el grupo más fuerte hasta la irrupción de islamistas vinculados a Al-Qaida como el Frente Al Nusra o el Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL).
Al-Saleh, de 33 años, se encontraba reunido con la cúpula de esta brigada, la más numerosa en Alepo con unos 10.000 combatientes, cuando fue sorprendido por un ataque de la aviación de El-Asad. Este antiguo hombre de negocios de la ciudad de Marea, 25 kilómetros al norte de Alepo, convertido en comandante rebelde tras el estallido de las protestas contra El-Asad, fue trasladado inmediatamente a un hospital de Turquía, pero no pudo recuperarse de las heridas sufridas en el bombardeo.
El mando del grupo lo ha asumido de forma interina su líder político, Abdul Aziz Salama, que será el encargado de seguir adelante con la llamada a la unidad entre las facciones rebeldes efectuada la semana pasada por Al Saleh y secundada por otras cinco organizaciones, entre ellas el Frente Al Nusra. Las luchas internas han debilitado la resistencia rebelde y en las últimas semanas el Ejército ha recuperado el control de amplias zonas próximas al aeropuerto internacional de Alepo. La respuesta rebelde a los avances del Ejército se produjo en Harasta, a las puertas de Damasco, con un atentado contra una base militar que acabó con la vida de 31 soldados.
El número dos de la diplomacia siria, Faisal Mekdad, viajó a Moscú para seguir preparando los detalles de una conferencia de paz que debía iniciarse en Ginebra el próximo sábado, pero que se ha retrasado que retrasar por la falta de consenso entre la oposición política que se niega a dar este paso sin la condición previa de la salida de El-Asad del poder. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que la cumbre podría celebrarse «en el plazo de un mes». Moscú se mantiene como firme aliado del régimen y la semana pasada el presidente Vladimir Putin telefoneó a su homólogo sirio por primera vez desde 2012, según informó el Kremlin.