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operación arlequino

La Guardia Civil desarticula un grupo organizado especializado en robos con fuerza en establecimientos

Habían alquilado una vivienda vacacional en Conil y seguían cometiendo delitos

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La Guardia Civil de Cádiz ha procedido a la explotación de la denominada operación 'Arlequino', donde se ha llevado a cabo la desarticulación de un grupo organizado responsable, al menos, de un robo con fuerza cometido en un establecimiento de telefonía móvil de Chiclana, aunque tras su detención y debido a su gran movilidad y actividad, no se descarta el esclarecimiento de otros hechos cometidos en otras localidades del territorio nacional y cuyo modus operando coincide con el utilizado. Por la comisión del robo, se han detenido a 6 personas e imputado a una más, además de proceder a la imputación de otras tres personas como presuntos autores de un delito de receptación.

Las investigaciones se iniciaron a mediados de julio tras tener conocimiento los guardias civiles del Equipo de Policía Judicial de Chiclana, del robo cometido en una tienda de telefonía móvil en la zona de la playa, cuyas características, rapidez y ausencia de evidencias, ponían de manifiesto la presencia de un grupo con cierto nivel de organización y amplia experiencia en hechos similares, que aprovecharían el gran aumento de la población durante la época estival para pasar desapercibidos y no ser detectados.

En el transcurso de la investigación, los agentes tuvieron que emplearse a fondo para conseguir unas mínimas evidencias que les permitieran ir “tirando del hilo”, hasta desentrañar las circunstancias en las que se había cometido el robo, desvelando que los autores, en días previos, habían sometido el establecimiento a una severa vigilancia, hasta conocer las medidas de seguridad del mismo y zona más idónea para entrar, movimiento del personal de seguridad de la zona, rutas de escape, etc…

Las investigaciones de los guardias civiles les llevaron hasta una vivienda alquilada de la localidad de Conil, donde un grupo de jóvenes de Madrid, estaría pasando unos días de vacaciones. Todos los indicios apuntaban a este grupo, lo que hizo que se intensificaran las vigilancias y seguimientos, aunque bien pronto quedó claro para los investigadores que los ahora detenidos eran expertos tanto en la conducción extrema de vehículos a motor, como en el conocimiento de las metodologías policiales, en el uso de herramientas especializadas tanto para el robo de vehículos a motor, como para la apertura violenta de puertas de establecimientos, lo que en el argot se conoce como “escaparatistas”.

La operación Arquilino, llevó a los guardias civiles a localizar los domicilios de los investigados en Madrid, y se pudo averiguar su rutina, forma de operar, movimientos diarios, el rol que cada uno desempeñaba en la organización, etc, así como lugares donde procedían a colocar el material sustraído.

Una vez identificados se procedió a la detención de seis de los autores del robo cometido en Chiclana, no deteniéndose al séptimo puesto que había ingresado en prisión hacía escasos días, condenado por hechos similares. La información obtenida tras las detenciones, hizo que los guardias civiles tuvieran que redoblar sus esfuerzos, y desplazarse a ciertas zonas marginales, como el poblado chabolista de Valdemingómez, conocido como “La Cañada Real”, lugar donde los detenidos habrían vendido los terminales robados para saldar deudas o intercambiarlos por sustancias estupefacientes.

Por tales motivos, el pasado seis de noviembre se procedió a la detención de otras tres personas como presuntos autores de un delito de receptación, detenciones que dan por finalizada la operación.