Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
bahía de Cádiz

Navantia pierde el contrato de los gaseros

Los armadores confirman que el acuerdo se ha cerrado con los astilleros de Japón y Corea

JAVIER RODRÍGUEZ
Actualizado:

La construcción de cuatro gaseros en los astilleros españoles ha sido un mal sueño. Un espejismo. El contrato ha ido a parar a las plantas de Japón y Corea. Este acuerdo era clave para reflotar a Navantia y su pérdida deja ahora a la empresa española en una complicada situación de viabilidad. La noticia de la pérdida del contrato ha provocado esta misma mañana distintas reacciones. La propia empresa ha destacado que sigue trabajando en ello y asegura que el concurso sigue abierto. Pero la realidad es bien distinta. El contrato para la construcción de los gaseros se cerró el pasado octubre y Navantia no presentó a los armadores una oferta oficial ni en tiempo ni en forma.

El origen de este contrato parte de las necesidades de la empresa Gas Natural para explotar una nueva ruta gasística abierta entre Estados Unidos y Japón. La compañía estadounidense Cheniere firmó en noviembre de 2011 con la española Gas Natural su mayor contrato de aprovisionamiento de gas licuado para los próximos 20 años. Este contrato permite a la empresa española vender gas en la cuenca del Atlántico y también en la del Pacífico, gracias a esa nueva ruta abierta entre América y Asia. El plan de trabajo de ambas empresas es iniciar en 2016 el transporte y comercialización del gas.

La logística de este contrato obligó a la empresa Gas Natural a demandar, al menos cuatro barcos gaseros, y la opción de un quinto, que se encargarían de transportar la energía. Para ello, Gas Natural, que no es fabricante ni propietaria de embarcaciones, trabaja con otra compañía en régimen de renting a la que alquila sus barcos para la prestación de los servicios. Esta empresa, denominada Stream, trabaja con una docena de gaseros y quimiqueros y sacó un concurso internacional el pasado para la construcción de los buques que demandaba Gas Natural. El 15 de junio se cerró el plazo de ofertas de los armadores interesados en el proyecto. A este concurso optaron más de una docena de ellos, pero el pasado septiembre se supo que el armador noruego Knutsen y el español Elcano se habían llevado el gato al agua. Ambos tenían que decidir dónde construir los cuatro gaseros que solicitaba gas natural, pero esta decisión ya contaba con un trabajo previo. Varios astilleros ya habían presentado sus ofertas de construcción a todos los armadores que optaban al concurso de Gas Natural. Estos armadores solo tenían que seleccionar dónde una vez que se supiera cual de ellos era el adjudicatario.

Así, tanto Knutsen como Elcano ya guardaban en sus carteras varias ofertas entre las que no estaba, precisamente, la de Navantia.

Las mejores ofertas económicas y técnicas partían de los astilleros asiáticos. Navantia, según ha podido saber LA VOZ, trató entonces de subirse al carro con una oferta que no daba la talla. Knutsen y Elcano querían seguridad técnica, económica y concreción en los plazos. No hay que olvidad que Gas Natural necesita las primeras unidades de los gaseros para 2016. Así, las cosas y con las propuestas asiáticas sobre la mesa, Knutsen se decantó a primeros de noviembre por el astillero coreano de Hyundai y Elcano, por la planta japonesa e Imabari. Ambos armadores han confirmado a LA VOZ que el contrato ya está adjudicado y no hay marcha atrás.

Otro de los aspectos que han inclinado la balanza es la tecnología que manejan las plantas asiáticas en la construcción de los gaseros de tercera generación. España ha construido gaseros entre los años 2000 y 2005, pero de primera generación, es decir, con motores de turbina de vapor y con un alto consumo de combustible si se compara con los de segunda y tercera generación. Sin embargo, España no ha construido ninguno de esta categoría. Navantia, desde luego, tiene capacidad técnica para desarrollar este tipo de buques, pero no hay tiempo para ello en este contrato que corre tanta prisa. Los gaseros de tercera generación llevan motores duales (gas y fuel) y son capaces de ahorra hasta un 35% de combustible en el transporte.

A Navantia se le agota el tiempo para salir a flote.