Lobos no quiere al fútbol
Actualizado: GuardarMéxico se jugará su última oportunidad para alcanzar el Mundial de Brasil contra Nueva Zelanda los próximos 14 y 20 de noviembre. Y Lucas Lobos, nacionalizado después de sus años en el Tigres de Monterrey, no estará. Y es una pena. Otra que apuntar en la exitosa carrera de segundo nivel que ha llevado un futbolista eclipsado por su falta de ambición. Aquí, en Cádiz, pudo ser otro ‘mago’ si lo hubiera querido. Pudo incluso pelear por triunfar en la elite. Pero no, prefirió el dinero fácil –¡faltaría más!– y las ligas menores del continente centroamericano. Era el rey en Carranza y sus gambetas, las que también hizo en Argentina defendiendo los colores del Gimnasia y Esgrima de La Plata al que llevó al subcampeonato, ya habían llamado la atención de equipos de Primera. Tenía las puertas abiertas de la Liga de las Estrellas, la antesala de los grandes, y de las competiciones europeas. Pero Lobos prefirió la mediocridad. Y fue una pena.
Los más nostálgicos husmean de vez en cuando por internet en busca de las genialidades del flaco y agitanado jugador argentino. Y sí, las lesiones le fueron mermando, pero no por eso dejó de ser el ídolo que siendo del Tigres. ¡Que pequeño y ‘debilucho’ era, pero que grande! Además, lo bueno era que cuando estaba bien, era regular, constante y casi siempre, en cada partido, en cada control, en cada acción, tramaba un lío. Un año se disfrutó en Cádiz (medio en Primera y otro medio en Segunda). Se fue con lágrimas, pero el cadismo lo quiso tanto que hasta le hubiese despedido con su mejor sonrisa si su destino hubiese sido otro de más postín. Olvidado eso, ahora le viene otra oportunidad que parece volver a desaprovechar. Una enfermedad de un hijo le ha hecho renunciar a la repesca con México para ir a Brasil ‘14. Desde Cádiz se le desea lo mejor, que la ‘Tri’ se clasifique y que sea convocado para verlo en verano. Que le perdonen, que no le tengan en cuenta su renuncia. Pero a veces, cuesta entender las ‘espantás’ de este exquisito pelotero al que le cuesta medirse con la Verdad. Yo creo que no quiere al fútbol. Ojalá no sea así.