El Falla por la Lechera
Actualizado:Con tres grupos más que el año pasado, el número de 162 inscritos para el Concurso venidero, es suficiente para confeccionar un Concurso eficaz, a pesar de las ausencias ya conocidas. Sin embargo, este número, al contrario de aquellos que vaticinaron que un día esto se nos escaparía de las manos y que llegarían a participar cientos de grupos, lleva una tendencia a la baja que empieza a ser al menos preocupante. Había, hace algunos años, quien apuntaba que, de tantos conjuntos sevillanos que venían, la final terminaría celebrándose en el teatro Lope de Vega de esa capital, o que incluso que sería conveniente realizar una preselección provincial y regional para filtrar y evitar ese incremento masivo de agrupaciones. Había, realmente, miedo a la invasión. La realidad es bien diferente, en el año 2010 se registraron 195 grupos, en el 2011 fueron 181 agrupaciones para concursar, en 2013 se presentaron 159 y en este año 162 lo cual indica que algo está fallando. No es tan preocupante esa caída de números como la sensación de apatía que se percibe en los autores que por año se le plantean más dudas a la hora de su participación. Lejos quedan esas generaciones de carnavaleros que al día siguiente de terminar éste ya estaban pensando en el próximo. No se palpa esa nueva hornada que garantice el futuro de nuestro certamen. Los motivos son varios y llevo años insistiendo en ello. Todo gira sobre tres pilares; las bases, la elección del jurado y los requisitos de inscripción. Las bases encorsetadas del Concurso hacen que éste sea menos seductor para aquellos autores jóvenes que quieran innovar o ser creativos. La elección del jurado manifiesta claramente que cada año los resultados de su nombramiento desdichado son muy nefastos. Y por último la cantidad de requisitos para participar lo hace demasiado engorroso e innecesario.
Al final, el Concurso lo terminarán celebrando en la Central Lechera, eso sí, seguro que allí advertirían a esos de siempre que apoyan a capa y espada el Concurso tal como está y no admiten cambios.