Los trabajadores de Fagor salen de la planta de Garagarza. :: I. PÉREZ
Economia

Fagor tira la toalla y presenta por fin su concurso de acreedores

El fabricante de electrodomésticos suspende pagos tanto en la matriz como en su filial irlandesa, la firma tenedora de las marcas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Casi un mes después de ofrecer los primeros síntomas de claro agotamiento, Fagor Electrodomésticos presentó ayer concurso de acreedores en el Juzgado Mercantil número 1 de San Sebastián tanto para la matriz como para su filial irlandesa, la firma tenedora de las marcas. Lo ha tenido que hacer al no haber podido alcanzar un acuerdo de financiación para poner en marcha un plan de reestructuración y salvar así la compañía, nacida hace 57 años. La decisión pone fin a un período de negociación con la Corporación Mondragón, instituciones públicas, fondos de inversión, entidades financieras y otras compañías del sector, que ha concluido sin éxito y el curso del cual se han cruzado serias acusaciones entre los implicados.

A partir de ahora, será el administrador concursal designado por el juez quien determinará la viabilidad de la histórica firma, la joya de la corona del grupo Mondragón, para alcanzar un convenio con los acreedores o, por el contrario, determinar la fórmula y los plazos para hacer frente a los compromisos a través de la liquidación.

Sergio Treviño, director gerente de la firma en la que trabajan 5.600 personas en todo el mundo -en Euskadi, 1860 socios cooperativistas-, mostró su pesar por no haber podido «contar con la financiación suficiente para continuar con la actividad productiva y salvar, así, los intereses de empleados, socios y acreedores». Treviño añadió que es algo que han venido haciendo «a lo largo de estos 50 años de historia donde los pilares de la compañía han sido siempre generar empleo, riqueza y desarrollo social en nuestro entorno».

El grupo, con una deuda de 850 millones, necesitaba 170 millones para garantizar su futuro y recurrió a Mondragón, a la que solicitó 50 millones para su financiación, después de que la corporación aprobara en mayo por unanimidad la creación de un fondo de reestructuración y empleo societario de apoyo a la cooperativa de 70 millones de euros. Sin embargo, en esta ocasión, la Corporación rechazó aportar más ingresos al considerar que no se podía exigir más esfuerzos al resto de cooperativas y entender que tampoco era la solución.

No viable

A su juicio, el proyecto del fabricante de electrodomésticos no era viable. Tras esta decisión, ha anunciado que su prioridad es el empleo y prevé reubicar y prejubilar, en próximos meses, a un colectivo de entre 1.000 y 1.200 trabajadores de Fagor Electrodomésticos. Tras la negativa de Mondragón a dotarle de más recursos, inició un proceso para buscar otras vías de financiación, entre fondos de inversión y otros fabricantes de electrodomésticos, sin que hayan fructificado las negociaciones.

Según el hecho relevante notificado ayer por Fagor Electrodomésticos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), «en los próximos días se procederá a la solicitud de declaración de concurso de acreedores para otras sociedades filiales» de la compañía. Entre ellas se encuentra Edesa, la fábrica radicada en Basauri y que sigue en situación preconcursal después de que su matriz decidiera no aceptar la ayuda de 3 millones ofrecida por la Diputación de Vizcaya con el argumento de que no serviría para garantizar su supervivencia. Los trabajadores de la factoría han convocado una manifestación para hoy en la que mostrarán su rechazo a la decisión de Fagor.

La caída del gigante de los electrodomésticos arrastrará también a unas cuantas empresas proveedoras. Una de las primeras víctimas ha sido Incasa, una empresa de Mungia (Vizcaya) que suministraba piezas de aluminio para las lavadoras Fagor.