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Una fila de pasajeros espera para embarcar en un avión Hércules que les lleve desde Tacloban a la localidad de Cebú. :: TED ALJIBE / AFP
MUNDO

La tormenta 'Zoraida' entorpece el reparto de ayuda humanitaria

La depresión tropical deja fuertes lluvias en zonas ya afectadas por el ciclón y retrasa la salida de aviones comerciales hacia Tacloban

P. M. DÍEZ
CEBÚ.Actualizado:

Llueve sobre mojado para las víctimas del 'Haiyan', o 'Yolanda', como lo llaman en Filipinas. Tras el devastador paso del tifón que ha arrasado la isla de Leyte, ayer llegó la tormenta 'Zoraida', que amenaza con dificultar el reparto de ayuda humanitaria entre los damnificados, ya de por sí caótico. Con vientos sostenidos de 52 kilómetros por hora, su fuerza quedó reducida a la de una depresión tropical al tocar tierra en el sur del país y moverse a una velocidad de 30 kilómetros hacia el oeste.

En la turística isla de Cebú, a poco más de cien kilómetros de la 'zona cero' de la catástrofe, 'Zoraida' dejó durante todo el día fuertes lluvias que obligaron a retrasar la salida de varios aviones comerciales hacia la arrasada ciudad de Tacloban. En marcha tras abrirse parcialmente su derruido aeropuerto durante los dos últimos días, en estos vuelos viajaban algunos equipos de emergencia, familiares de los damnificados con artículos de primera necesidad y, sobre todo, periodistas.

Con vientos de entre 30 y 60 kilómetros por hora y precipitaciones que irán de fuertes a moderadas, esta depresión tropical se desplazará por el centro del archipiélago filipino, lo que podría afectar a los aviones que están evacuando a los supervivientes del tifón 'Haiyan'. El Servicio Meteorológico de Filipinas explicó que 'Zoraida' llevará precipitaciones a una treintena de regiones, entre las que figuran las islas de Zamboanga, Cebú y Palawan, por donde saldrá del archipiélago mañana por la mañana. Unas 400 familias han tenido que ser evacuadas de sus hogares, según informó ayer la Oficina de Defensa Civil.

Mientras tanto, miles de damnificados se siguen agolpando en el aeropuerto de Tacloban -capital de la isla de Leyte, en el centro del país- para huir del infierno en que se ha convertido esta ciudad de 220.000 habitantes y donde las autoridades estiman que hay unos 10.000 muertos. Una cifra que podría aumentar porque aún quedan muchas áreas remotas a las que no ha podido llegar el Ejército para contabilizar el número de víctimas y los daños que dejó el supertifón 'Haiyan'.

Con unos diez millones de personas afectadas y 600.000 desplazados que se han quedado sin techo, el presidente, Benigno Aquino III, ha declarado el estado de calamidad en medio de la solidaridad de la comunidad internacional, volcada en el envío de ayuda para paliar la mayor catástrofe natural en la historia de Filipinas.