Maduro aprieta a los «usureros»

Nicolás Maduro ha profundizado en la campaña antiespeculación que lleva a cabo en Venezuela con el anuncio de una Fiscalía encargada «única y exclusivamente para luchar contra la usura y robo al pueblo» y de esta forma «castigar duramente a los ladrones». Con ella, dijo el presidente, se harán juicios «más expeditos». Hasta la noche del lunes se habían revisado 2.500 tiendas.

Tras las inspecciones comenzadas la semana pasada, veintiocho personas han sido detenidas, la Fiscalía ha emitido otras diez órdenes de captura de propietarios y gerentes, no de trabajadores, y ha ordenado la ocupación temporal de tres establecimientos. Sin embargo, han quedado en libertad condicional dos gerentes de las tiendas Daka que se enfrentan a penas de uno a tres años por usura, porque la tienda de Valencia (región central) impuso sobreprecios de hasta el 1.200%.

Con la promesa de Maduro de rebajar el precio de otro tipo de productos, Venezuela amanecía ayer con colas de compradores frente a las tiendas de electrodomésticos atraídos por las gangas. Pese a todo, se registraron destrozos y hurtos de televisores y equipos de aire acondicionado en dos establecimientos de electrodomésticos en San Félix (en el sur del país) durante la noche del lunes, según sus propietarios. Hubo rumores de que fabricantes de varios electrodomésticos abandonarían Venezuela, pero el ministro del ramo insistió ayer en que la marca Samsumg acababa de firmar un contrato para ampliar su producción.

Por otra parte, el sucesor de Hugo Chávez emplazó hasta el mediodía a los comerciantes que dijeron estar cerrados por inventario -una salida para no aplicar el «precio justo» exigido por el Gobierno- a abrir sus puertas y aplicar la rebaja. De lo contrario, en lugar de fiscales especiales serán inspeccionados por la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop).

Todas las decisiones adoptadas estos días como parte de la campaña para combatir la inflación, el control del dólar y de precios, aumentan el control del Estado en la economía y estarían enmarcadas en el plan diseñado por Chávez para el periodo 2013-2019, que resaltaba la necesidad de «una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso». Tampoco se puede desconocer que el ala más radical del gabinete económico sostiene la idea de que «las crisis son revolucionarias» y podrían servir para avanzar en la construcción del socialismo.