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Dos filipinos se abren paso entre los escombros en la devastada ciudad de Tacloban. / Efe | Atlas
tragedia en el sudeste asiático

EE UU y Reino Unido envían buques para ayudar a Filipinas

Cifras extraoficiales hablan de decenas de miles de muertos por las víctimas del 'Haiyan'

AGENCIAS
TACLOBANActualizado:

El portaaviones 'USS George Washington', flanqueado por otros barcos de la Armada de Estados Unidos, y el buque de guerra británico 'HMS Daring' se dirigen a Filipinas para socorrer a las víctimas del tifón 'Haiyan'. Los equipos de emergencia trabajan a contrarreloj en las regiones centrales del archipiélago arrasadas por el tifón, sobre todo en la isla de Leyte, y se afanan en las tareas de búsqueda de posibles supervivientes cuando se cumple el cuarto día de la catástrofe.

En un comunicado fechado ayer en la Embajada de EE UU en Manila, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, anunció que el 'USS George Washington', con 5.000 marinos y 80 aviones, llegará en los próximos días al archipiélago filipino. El portaaviones nuclear navega junto otros cinco barcos de la Armada: los cruceros 'USS Antietam' y 'USS Cowpens', el destructor 'USS Mustin', el navío con suministros 'USNS Charles Drew' y el destructor 'USS Lassen', éste último más avanzado puesto que ya partió el domingo hacia la región. "Estos barcos y aviones podrán proveer asistencia humanitaria, ayuda médica necesaria así como las tareas de emergencia que lleva a cabo el Gobierno y el Ejército filipino", señala el comunicado.

El primer ministro británico, David Cameron, anunció ayer que enviará el buque militar 'HMS Daring' y un avión RAF C-17 para ayudar en las tareas de mitigación en la ciudad devastada de Taclobán y otras zonas de Leyte. Los buques estadounidenses partieron de Hong Kong, mientras que el británico lo hizo desde Singapur.

Colaboración española

Mientras tanto, el primer avión con ayuda de emergencia para Filipinas, fletado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), tiene previsto salir de la Base Aérea de Torrejón (Madrid) a lo largo de la mañana tras completar las 15 toneladas de carga. En él se incluye material procedente de la agencia y de Cruz Roja y Acción Contra el Hambre, como equipos para potabilización y distribución de agua potable, tiendas, coberturas impermeables y mosquiteras para asistir a 2.500 personas.

El segundo avión saldrá probablemente el miércoles o el jueves y transportará en exclusiva la Unidad de Emergencias de Agua y Saneamiento de Cruz Roja, que incluye cinco plantas potabilizadoras, ha detallado un portavoz de la organización humanitaria. Además, Cruz Roja va a enviar otros cinco delegados de la organización hasta la zona siniestrada, que se unirán a los miembros permanentes y a los que ya han salido en las últimas horas hacia Filipinas. El cargamento de los aparatos permitirá suministrar diariamente agua potable a más de 70.000 personas y llevará material de cobertura, como tiendas y mantas, así como raciones de emergencia para atender las necesidades básicas.

Fondos

Las agencias humanitarias de la ONU han pedido 224 millones de euros para poder responder durante seis meses a la emergencia en Filipinas. De momento, el Gobierno británico se ha comprometido a donar 10 millones de libras (unos 15 millones de dólares u 11 millones de euros), mientras que Australia destinará unos 9,3 millones de dólares (7 millones de euros) y Nueva Zelanda, 1,6 millones de dólares (1,2 millones de euros). La Comisión Europea señaló por su parte de aportará unos 3 millones de euros (4 millones de dólares), al tiempo que Alemania ha enviado un cargamento con 23 toneladas de ayuda y Japón un equipo de ayuda con 25 médicos y sanitarios. Un avión de UNICEF con 60 toneladas de medicinas, mantas y tiendas de campaña llegará hoy a Filipinas y Médicos Sin Fronteras (MSF) enviará 329 toneladas de artículos médicos y de emergencia.

Al menos 1.744 personas han muerto en Filipinas al paso del tifón 'Haiyan', han indicado los órganos oficiales del país, mientras los datos extraoficiales e informes de campo hablan de decenas de miles de fallecidos. Naciones Unidas, por su parte, estimó en más de 10.000 el número de víctimas mortales provocadas por el tifón. El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres filipino prosigue con el lento recuento oficial en su último informe publicado en el que también habla de 2.487 heridos.

Cerca de diez millones de filipinos se han visto afectados por los estragos creados por 'Haiyan', bautizado como 'Yolanda' por las autoridades locales, de los cuales al menos 660.000 son desplazados, según el recuento del órgano gubernamental. Además de Taclobán, la capital de la isla de Leyte, donde se estima que solo en la ciudad hay unos 10.000 muertos, por la región hay infinidad de poblados pequeños totalmente incomunicados a los que la ayuda humanitaria aún no hay llegado. "A medida que tenemos más acceso (a otras zonas) encontramos más y más gente muerta por el tifón", ha declarado John Ging, miembro del departamento humanitario de Naciones Unidas, en la sede del organismo.

Escasez de alimentos

Los equipos de limpieza se afanan por retirar los amasijos de cables, árboles caídos y toneladas de escombros de las carreteras para que lleguen los camiones que distribuyen comida, agua potable y tiendas de campaña como refugio provisional. Precisamente, la escasez de bienes de necesidad primaria ha creado un clima de histeria entre los supervivientes que hambrientos y sin nada que beber deambulan por las carreteras de la región. El portavoz de Defensa Civil filipina, Reynaldo Balido, ha declarado que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas es una de las "principales prioridades", mientras la Policía Nacional y el Ejército ha enviado a la zona efectivos de refuerzo para asegurar la paz y el orden en la región.

En este contexto, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha advertido de los riesgos para la seguridad que conlleva la situación, principalmente por los posibles abusos y situaciones de explotación de que pueden ser víctimas mujeres y niños damnificados. Además, la falta de electricidad, que ha dejado a las zonas afectadas sin alumbrado, "hace que las mujeres y los niños que siguen en sus hogares o están en centros de evacuación sean más vulnerables, especialmente durante la noche". Por ello, ACNUR , que se encargará junto con el Gobierno filipino de la tarea de la protección de los damnificados en el marco del reparto de prioridades realizado por las agencias de la ONU, prevé distribuir "linternas solares para mitigar los riesgos de violencia de género y reforzar la protección de las familias desplazadas".