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El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn . :: OLIVIER HOSLET / EFE
Economia

Rehn da un tirón de orejas a Berlín y le insta a actuar de locomotora y gastar más

Los continuos superávit por cuenta corriente superiores al límite del 6% desesperan a la Comisión, que abrirá un expediente sancionador

ADOLFO LORENTE
BRUSELAS.Actualizado:

En Europa, en lo económico, hay dos tipos de tirones de oreja: los que se dan por gastar mucho más de lo que se ingresa (España y Francia son los principales quebraderos por su peso en la economía de la zona euro) y los motivados por no gastar lo suficiente, por ahorrar demasiado (sí, Alemania). Unos tanto y otros tan poco. Sur y Norte. Hasta ahora, durante los años más duros de la crisis, las advertencias y serias amenazas de duras sanciones con hasta el 0,1% del PIB sólo habían trascendido por el lado de los 'derrochadores', del lado de países como España que este año y sin contar las ayudas a la banca, aspira a cerrar el ejercicio habiéndose gastado 65.000 millones más de lo ingresado.

Pero los procedimientos por desequilibrios macroeconómicos de la UE no sólo afectan al déficit excesivo, también al superávit por cuenta corriente, es decir, por haber exportado mucho más de lo importado y por ende, por haber ingresado mucho más dinero del gastado. Una filosofía que a través de una lectura individual puede ser positiva pero que no lo es tanto cuando el protagonista, Alemania, forma parte de un todo, Europa, siendo además la locomotora de 27 vagones.

La semana pasada lo advirtió y ayer, primero en terreno rival (en el influyente Frankfurter Allgemeine Zeitun) y luego en su blog, se ratificó. Olli Rehn, el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, confirmó que va a proponer mañana al Colegio de Comisarios la apertura de un expediente a Berlín por su excesivo superávit por cuenta corriente, que desde 2007 y de forma ininterrumpida ha superado la barrera del 6% fijado por Bruselas. El problema, además, es que según las nuevas previsiones de otoño, lo seguirá haciendo este año (7%), en 2014 (6,6%) y en 2015 (6,4%).

Salarios más altos

La imposición de una sanción a Alemania no deja de ser una quimera. Sin embargo, algo parece estar moviéndose en el Viejo Continente con decisiones clave en los últimos días que mantienen a los alemanes contrariados y con el ceño fruncido. Primero con acuerdos como el del Banco Central Europeo (BCE) bajando los tipos de interés al histórico 0,25% y ahora con el toque de atención por su austeridad a ultranza. «Sus decisiones, sus políticas, afectan a toda la Eurozona», justificó el finlandés.

Ésta es la clave. Si fuera otro país el que tuviera este superávit, Bruselas apenas se movilizaría. Sin embargo, el futuro Gobierno presidido por Angela Merkel tiene un papel esencial en un momento de 'impasse' en el que Europa parece querer salir de la crisis pero no termina de arrancar. De ahí que todos miren a Berlín y le pidan más, que tire del carro, que gaste, que abra el puño. El momento para ejercer la presión es vital puesto que se está negociando la hoja de ruta económica de la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas. La misma que decidirá por donde va Europa.

En su artículo, el comisario recalcó la necesidad de que Alemania aumente su demanda interna, lo que «debería ayudar a reducir la presión al alza sobre el tipo de cambio del euro, facilitando el acceso a los mercados mundiales para los exportadores de la periferia». Asimismo, entre su recetario, pidió a Berlín que «reduzca los altos impuestos y las cotizaciones a la seguridad social, especialmente para los trabajadores con sueldos bajos» para sentar las condiciones necesarias para el «crecimiento sostenido de los salarios». También abogó por fomentar la competencia en el sector servicios, en los servicios profesionales e invertir en infraestructuras.