TRACA FINAL
Actualizado:Lo que son las cosas. El 22 de septiembre de 2009 Alberto Moncayo se proclamaba campeón de España de 125 cc en Cheste. Lo hacía superando a Maverick Viñales. Sí, el mismo que este domingo se alzó con su primer mundial de la misma categoría (ahora Moto3) en el mismo escenario, mientras que el piloto gaditano completaba una decepcionante campaña en su debut en Moto2. Eso sí, Moncayo tuvo el dudoso honor de terminar la última carrera justo por delante de otro de los campeones de la temporada, Pol Espargaró. De traca.
El momento actual de Moncayo y Viñales muestra la dos caras que se pueden vivir tras tener que tomar decisiones arriesgadas. Uno decidió dar el salto de categoría sin disponer de la brillantez y el prestigio necesario en su currículum para que alguien pusiera en sus manos una moto con la que destacar y ha terminado estrellándose, algo peligroso a estas alturas de su carrera y que le puede cerrar las puertas del éxito en el futuro; el otro dejó plantado a su equipo hace poco más de un año sin terminar ni siquiera la temporada porque sentía que no estaban a la altura de su pilotaje en la lucha por el Mundial y el tiempo, que no las formas, le ha dado la razón.
Viñales es un piloto genial con un genio que corregir, algo parecido a lo que sucede con Marc Márquez, aunque éste la 'agresividad' la reserva para la pista, donde a veces tuvo gestos impropios de alguien que se está jugando la vida a más de 300 km/h. Quizá ahí radique parte de su éxito, de su carisma. Quizá por eso sea el campeón del Mundo de MotoGP más joven de la historia. Márquez maneja la moto como pocos y tiene ese punto de locura necesario para hacer cosas que otros no pueden (o no se atreven) a hacer.
Lo suyo amenaza con ser una traca constante, por mucho que Jorge Lorenzo se empeñe en frenarle. Ha demostrado ser mejor piloto que Dani Pedrosa con la mejor moto del Mundial y mucho me temo que sólo Nakamoto y las lesiones pueden privarle de sumar muchos títulos más. El 'espartano' mantendrá la batería del móvil a tope por si el vicepresidente de HRC termina llamándole en 2015. Eso sí que sería la traca final.