Felipe González, durante la presentación ayer en Madrid de su libro 'El liderazgo en tiempos de crisis'. :: JAIME GARCÍA
ESPAÑA

González cuestiona el liderazgo de Rubalcaba la víspera de la Conferencia

Mantiene que el secretario general del PSOE es la «mejor cabeza política» de España pero admite que otros han de alzarse en su lugar

MADRID. Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba recibió ayer una estocada dolorosa. Probablemente, desde donde menos la esperaba. Su gran valedor, el expresidente del Gobierno Felipe González eludió ponerse de perfil ante una cuestión espinosa y admitió, sin ambages, que el hoy secretario general del PSOE «tiene una crisis de liderazgo que reflejan las encuestas». Lo dijo a tres días de la Conferencia Política en la que la ejecutiva socialista centraba sus esperanzas de recuperación. Y poco más de una hora después de que el propio dirigente socialista afirmara sentirse «fuerte».

No es que nadie en la ejecutiva socialista se sorprendiera en exceso con las declaraciones de González porque no es la primera vez que pone en apuros a sus sucesores con apreciaciones personales de este tipo. Pero eso no quita para que, aun matizadas después vía telefónica, cayeran como un mazazo. Y eso que también insistió en que Rubalcaba es la «mejor cabeza política» del país. Lo cierto es que, durante la presentación de su libro 'En busca de respuestas. El liderazgo en tiempos de crisis', el exjefe del Ejecutivo ya trató de rebajar la importancia de sus palabras con el argumento de que, en realidad, hay «una crisis de liderazgo mundial»; «tiene que haber una traición de la genética», ironizó incluso. Pero lo dicho dicho estaba.

Mientras en TVE el secretario general del PSOE se negaba a despejar la incógnita sobre si concurrirá o no a las elecciones primarias que celebre el partido, su mentor lo daba prácticamente por amortizado. «¿Hay gente que va a emerger asumiendo el liderazgo del partido? No me cabe la menor duda -dijo-. Que vayan a acertar a la primera tampoco lo tengo claro porque las travesías del desierto son largas».

Peligro

En lo que sí trató de echar un capote González fue en la defensa de los tiempos elegidos por Rubalcaba y de su empeño por formular primero un proyecto para la España de los próximos diez años, que será sometido al debate del partido y de representantes de la sociedad civil este fin de semana, para después abrir la discusión sobre los nombres. «El peligro de las primarias es que sean una segunda vuelta de los congresos; si haces un congreso y no lo ganas al día siguiente no puedes pedir pedir con urgencia que se abra el proceso de elección del candidato», alegó.

El caso es que, a su propio decir, sin pretenderlo, el expresidente contribuyó a alimentar el debate del liderazgo que en la dirección federal consideraban necesario postergar. Un debate al que también se sumó la potencial destinataria de su última crítica, la exministra de Defensa, Carme Chacón. En una entrevista en la Ser, la política catalana defendió ayer que el proyecto de cambio con el que ella se presentó al 38º Congreso sigue siendo hoy tan necesario como en 2012. Sin embargo, admitió tener dudas sobre si debe o no ser ella quien lo lidere en esta ocasión.

Chacón ya ha transmitido al secretario general del grupo parlamentario socialista, Eduardo Madina, que está dispuesta a dar un paso atrás si, como le reclaman muchas voces entre las bases y los cuadros medios del partido, él decide optar a la candidatura socialista por la Presidencia del Gobierno. De ahí su cautela y prevención. «Voy a estar en ese proyecto de cambio -dijo la antigua rival de Rubalcaba- ¿con qué dorsal? No lo sé; hace dos años me presenté porque me lo pidieron los compañeros».

En todo caso, la exministra aseguró respetar los planes de la dirección del partido y la decisión de no llevar a la Conferencia la discusión sobre cuál ha de ser el calendario de las primarias, pese a insistir en que ella habría preferido más premura. En el cónclave se hablará del método, del número de avales exigible a los aspirantes o de si habrá una o dos vueltas. Pero la fecha queda para un Comité Federal posterior.