Directivos de Twitter salen de las oficinas en Nueva York de JP Morgan, que colabora en su colocación. :: EFE
Economia

Twitter busca evitar los errores de Facebook en su estreno en la Bolsa

La red social espera obtener un máximo de 1.300 millones de euros, en un examen clave al valor que los inversores dan a las tecnológicas

WASHINGTON. Actualizado: Guardar
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Con el objetivo principal de evitar los errores del debut de Facebook hace un año y medio, Twitter empieza hoy a cotizar en la Bolsa de Nueva York entre una mezcla de expectación y recelos. El estreno en el parqué de la plataforma de micro-mensajes es considerado por muchos analistas la prueba de fuego que medirá, ahora que el selectivo roza máximos, el verdadero estado de ánimo de los inversores respecto a las grandes compañías tecnológicas de EE UU; y también el termómetro ideal para constatar si Twitter tiene potencial de crecimiento a largo plazo.

Desde que hace menos de dos meses anunciara su intención de sacar al mercado parte de su capital, el servicio digital que dirige Dick Costolo ha optado por la prudencia. No en vano, tiene muchas miradas encima al tratarse del primer desembarco bursátil de una gran empresa de Silicon Valley desde el desastroso de Facebook en mayo de 2012. Twitter ha hecho una valoración conservadora de su cartera, ha revelado todos los detalles de sus cuentas y ha tratado de evitar que se generara un entusiasmo excesivo con su proyecto. Es decir, todo lo contrario que Facebook, cuyas acciones se intercambiaban a los tres meses de su estreno por la mitad de los 38 dólares con que debutaron, debido a un interés exagerado, problemas informáticos y una oleada de ventas masivas. Con el paso del tiempo, sin embargo, la red social ha conseguido remontar el vuelo y ahora sus títulos rondan los 50 dólares.

Twitter comunicó el lunes que tiene previsto debutar en Wall Street -en el NYSE y no en el Nasdaq, como Facebook- con un precio de entre 23 y 25 dólares por acción, por encima del anterior arco de 17-20 dólares. El valor final no se conocerá hasta poco antes de su estreno y los analistas no descartan que sea incluso algo superior a ese rango. De hecho, el consenso del mercado apunta los 26 dólares, con un potencial de crecimiento a corto y medio plazo de hasta los 50.

Tomando el valor de 25 dólares, la compañía podría recaudar en su salida un máximo de 1.750 millones de dólares (unos 1.300 millones de euros), lo que la valoraría en 13.600 millones de dólares (unos 10.000 millones de euros). Las cifras son 10 veces inferiores a la valoración inicial de Facebook (100.000 millones de dólares) y a la recaudación que obtuvo (16.000 millones). Es fruto de la prudencia de Twitter, pero sobre todo de la diferencia abismal de tamaño económico entre ambas.

Incertidumbre a largo plazo

La empresa de San Francisco tiene previsto poner a la venta 70 millones de acciones junto a otros 10,5 millones que serán para las entidades -con Goldman Sachs a la cabeza- encargadas de liderar su estreno. Las principales casas de análisis han pronosticado en los últimos días que, a diferencia de Facebook, no habría demasiado interés por comprar valores de Twitter entre los pequeños inversores, lo que sería compensado por los institucionales, como los grandes bancos. A corto plazo, los expertos vaticinan una evolución al alza de la acción, en línea con el buen momento actual de otras tecnológicas sobre el parqué, como el portal laboral LinkedIn. A largo plazo, sin embargo, llega la incertidumbre, sobre todo respecto a la capacidad de generar beneficios.

Pese a que Costolo subraya que actualmente solo se está «arañando la superficie de todo lo que Twitter puede llegar a ser», los analistas tienen serias dudas sobre la sostenibilidad del modelo de la plataforma de mensajes de 140 caracteres. Sus temores se cimentan en el hecho de que, pese a que los beneficios se han duplicado el último año, a su vez las pérdidas se han triplicado -hasta los 47 millones de euros al cierre de septiembre- y, especialmente, el crecimiento de usuarios se ha ralentizado significativamente. Twitter tiene más de 231 millones de usuarios -Facebook supera los 1.000 millones-, de los que tres de cada cuatro acceden a través de sus móviles. Es en este segmento donde tiene puestas sus esperanzas para disparar los ingresos por publicidad. No obstante, de momento el precio de los anuncios está cayendo y el formato es mucho más limitado que el de su rival para atraer publicidad. Solo el tiempo dirá si el proyecto de Twitter es rentable. Por ahora, prueba suerte en la Bolsa.