El ministro de Educación, José Ignacio Wert, durante su comparecencia, ayer, en el Senado. :: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE
Sociedad

El Gobierno empuja a Wert a dar marcha atrás con las becas Erasmus

El ministro rectifica y mantiene las ayudas a los estudiantes tras una tensa reunión con Rajoy, Sáenz de Santamaría y Montoro

MADRID. Actualizado: Guardar
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«El Gobierno no aprueba medidas retroactivas». Bajo esa premisa el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y su número dos, Soraya Sáenz de Santamaría, obligaron ayer en una tensa reunión al ministro de Educación, José Ignacio Wert, a retirar la polémica orden que suprimía las ayudas estatales a las becas Erasmus, según fuentes conocedoras del encuentro. Una desautorización que deja al ministro en una situación muy delicada y siembra más que incertidumbres sobre su futuro a corto plazo.

«El Gobierno ha entendido que los que este año han resultado beneficiarios de estas becas Erasmus no conocían el criterio de concentrar la ayuda en los estudiantes de menos recursos». Con estas palabras pronunciadas en una improvisada intervención en el Senado, Wert certificó su derrota en una batalla que apenas duró poco más de 24 horas. El tiempo transcurrido entre que un estudiante descubrió la supresión de las ayudas publicada el 29 de octubre en el BOE y hasta que el ministro rectificó cercado por las críticas del mismo PP y anunció que los beneficiarios no solo recibirán las becas, sino que mantendrán las mismas cuantías que el curso anterior.

La medida estipulaba que para acceder al complemento del Estado a la beca Erasmus (100 euros el año pasado, uno de los más bajos de toda la UE) había que ser beneficiario de una beca del Ministerio de Educación el curso anterior. En la práctica significaba dejar sin prestación al 80% de los 38.000 estudiantes españoles acogidos al programa de movilidad europeo con la excusa de reorientar los recursos, se aprobó mediante una orden ministerial con el curso académico ya iniciado. Esto provocó que miles de universitarios, que ya se encontraban fuera en los países de destino, se quedasen sin unos ingresos ya previstos. Ese aspecto fue el que más molestó en las filas populares, que se convirtieron en un polvorín donde casi a cada hora se sumaban más voces críticas contra el ministro.

Los primeros en anunciar su rechazo fueron las Nuevas Generaciones del PP a través de un comunicado la misma noche del lunes. Después varias comunidades autónomas, como La Rioja o Extremadura,criticaron la decisión y anunciaron que asumirían las cuantías aportadas por el Estado. El propio portavoz del grupo popular, Alfonso Alonso, reconoció que la decisión había provocado incertidumbre entre los estudiantes que ya están beneficiándose de ese programa y había que ser sensibles ante esa situación.

Ante el descontento generalizado y muy extendido en sus propias filas tuvieron que intervenir el propio Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sánez de Santamaría. Según fuentes del Gobierno, la número dos del Ejecutivo reprochó al titular de Educación haber tomado una medida de tales características a través de una orden ministerial que no requiere ser tratada por la Comisión de subsecretarios y secretarios previa al Consejo de Ministros y que, por tanto, se escapa del control y conocimiento del presidente. Y es que de haber seguido ese camino la medida se habría cerrado. Al no hacerlo, el Gobierno se enteró de la medida del Ministerio el mismo día que estalló la polémica.

Para tratar de buscar una solución económica, en el encuentro también participó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. De esta manera se acordó aumentar la dotación de estas becas vía enmienda a los Presupuestos Generales de 2014 para que los beneficiarios mantuvieran el mismo importe del curso anterior. Y es que la orden ministerial no se deroga, simplemente se aplaza hasta el próximo año.

El ministro, a la salida del Senado, aseguró sentirse respaldado por el presidente. En cualquier caso es evidente que la acción deja muy tocado a Wert, que vivió su día más complicado desde que accedió al cargo. Hasta ahora el Ejecutivo había defendido a capa y espada al titular de Educación frente a las críticas de la mayor parte de la comunidad educativa contra la Lomce. El apoyo se mantuvo también en la polémica con Cataluña sobre el modelo lingüistico.

Sin embargo, aunque es la desautorización más clara y evidente, no es la primera vez que Wert tiene que modificar sus planes originales por el descontento en el PP. Las comunidades autónomas gobernadas por los populares ya obligaron al ministro a «suavizar» el nuevo sistema de becas generales y mantener la nota del 5,5 para exonerar del pago de la matrícula. Y la semana pasada le obligaron a retrasar la implantación de la reforma educativa por los problemas de financiación de la normativa.