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La esperanza de paz se abre paso en el Congo
El principal grupo rebelde del país se desmoviliza un año después de su mayor triunfo militar en Goma
Actualizado: GuardarEl M23, la principal guerrilla de la República Democrática de Congo, anunció ayer su desmovilización y desarme, además de manifestar su intención de convertirse en un movimiento político y emprender un proceso de reintegración en colaboración con el Ejército. La medida tiene lugar horas después de que el Gobierno proclamara la victoria sobre los rebeldes y de que los líderes de la influyente Comunidad de Desarrollo de África austral, reunidos en Pretoria, reclamaran a la milicia una declaración de renuncia pública. De modo sorprendente, la disolución del grupo armado más poderoso del país coincide prácticamente con el primer aniversario de su conquista de la ciudad de Goma, su mayor triunfo militar en año y medio de existencia.
Bertrand Bisimwa, el líder político de la formación rebelde, dio a conocer el comunicado después de que concluyeran los últimos combates en la frontera congoleña con Uganda, bastión de los insurgentes. La ofensiva de las tropas de Kinshasa se inició el 25 de octubre, coincidiendo con la interrupción de las conversaciones que el Gobierno y los guerrilleros mantenían en Kampala, y culminó la pasada semana con la toma de Bunagana, el cuartel general de los insurrectos.
La rendición no parece completa. Sultani Makenga, su comandante en jefe, y un contingente no determinado de milicianos han buscado refugio en Uganda, lo que también sugiere cierta incertidumbre sobre el resultado final de las operaciones. En cualquier caso, los medios anticipan un acuerdo oficial de paz que se firmará dentro de cinco días.
El abrupto desenlace de la rebelión protagonizada por el M23 tiene lugar tras dos meses de negociaciones entre las partes. La ocupación de Goma el 20 de noviembre de 2012 y la intención manifiesta de proseguir su avance sobre Bukavu y Kisangani, capitales de las provincias de Kivu Sur y Orientale, amenazaba con convertir el enquistado conflicto de los Grandes Lagos en una nueva guerra civil en toda la república congoleña, pero los oficios de Uganda y otros países de la región propiciaron la retirada de los alzados.
El inicio de los contactos también generó un conflicto interno y, posiblemente, influyó en la entrega de Bosco Ntaganda, alias 'Terminator', el instigador del grupo, en la Embajada norteamericana en Kigali. El exgeneral fue puesto a disposición del Tribunal Internacional de la Haya, que lo juzgará por crímenes contra la Humanidad.
La aparición del M23 se encuentra ligada al último acuerdo de paz entre el Gobierno de Kinshasa y el CDNP, un movimiento guerrillero vinculado a la comunidad congoleña de origen tutsi. El fin de las hostilidades tuvo lugar en 2009 e implicó la incorporación a las filas regulares de los antiguos rebeldes y la concesión de rangos militares a sus caudillos. Bosco Ntaganda, su principal líder, gozó de una situación de privilegio dentro del Ejército hasta que las entregas a la Corte holandesa de antiguos caudillos implicados en graves violaciones de los derechos humanos impulsaron disensiones y la ruptura y deserción de los exmilicianos en abril del pasado año.
El disimulado apoyo de Uganda y Ruanda a la facción rebelde ha sido clave, a juicio de todos los especialistas, para la expansión de sus ataques contra las tropas de Kinshasa, peor equipadas y también envueltas en numerosos desmanes contra la población.