Los jugadores del Real Madrid celebran un gol. / Max Rossi (REUTERS)
Fútbol | Liga de Campeones

El Madrid acaricia los octavos sin resolver sus dudas

Los de Ancelotti fueron timoratos al principio y luego mostraron su devastador ataque y su endeble defensa

MADRID Actualizado: Guardar
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En otro partido que dejó luces y sombras y reabrirá el debate sobre los 'politiqueos' de Ancelotti, el Madrid logró un buen empate en el Juventus Stadium que le deja virtualmente clasificado para octavos de final y obliga a los turineses a jugársela en las dos últimas jornadas frente el Galatasaray y el Copenhague. Un choque marcado por el miedo mutuo en el insulso primer tiempo y que se animó tras el descanso porque el Madrid dio un paso al frente y enlazó mejor con su devastador ataque.

Ancelotti dio otro bandazo más, esta vez ante un rival al que dirigió cuando Conte era capitán pero donde no se le profesa cariño porque se le considera 'rossonero'. Además, al frente del Milan le ganó la 'Champions' de 2003 a la 'Vecchia Signora' en Old Trafford. Carletto no sólo conformó su decimosexta alineación diferente en otros tantos partidos sino que situó a Sergio Ramos como lateral derecho, donde le gustaba al sabio Luis Aragonés pero el sevillano no acostumbra a ejercer en los últimos tiempos. Un ejemplo más de esas pleitesías que rinde el técnico a los tipos más emblemáticos. Por no atreverse a prescindir del sevillano o de Pepe al alinear al recuperado Varane, que en Turín vivió una de sus peores noches, genera malestar en Arbeloa y Carvajal porque ambos se ven señalados y castigados. El resto del once fue el esperado, con Xabi Alonso en el eje y la llamada 'BBC' en vanguardia.

Aunque debía ganar para mantener serias opciones de clasificación, la Juventus salió a escena con un respeto casi reverencial a un Madrid soso hasta que se vio necesitado. A lo largo del primer tiempo, el choque se asemejó más al típico partido de la Serie A, con mejores actores que película, que a esos encuentros más deseconsertados que con frecuencia caracterizan a la Liga. Nada que ver lo que acontecía en Turín con esos duelos locos de los madridistas ante el Sevilla y frente al Rayo.

Nadie se descolgaba en ataque. Los piamonteses temían el contragolpe de un Madrid devastador en esa suerte y los 'naranjas' ni por asomo querían esta vez resquebrajarse. Xabi Alonso ordenaba el juego pero tocaba en cortito, sin arriesgar lo más mínimo, y se veía dificultado por la vigilancia de Llorente, titular como en el Bernabéu. En el otro lado, Benzema estaba más preocupado de evitar que Pirlo jugase cómodo que de bajar a enganchar con el centro del campo. Como Modric y Khedira tampoco perdían sus posiciones de escuderos, el Madrid sufría la alarmante falta de ese 'trescuartista' o enganche que tanto gusta en Italia o Argentina.

Un «piscinero» letal

Salvo un tiro desviado en los primeros minutos de Cristiano, abucheado por una afición que le acusó de «piscinero» por provocar la expulsión de Chiellini en el Bernabéu, el Madrid ni se acercó a Buffon en todo el primer acto. Y, sin hacer nada del otro mundo, la 'Juve' sí fue creciendo de forma paulatina y puso en apuros a Casillas, magnífico de reflejos y de lo más dubitativo por arriba. Salvó un desvío a propia meta de Pepe y sacó con la espinilla un cabezazo de Marchisio. Los transalpinos cargaban el juego por su banda izquierda, donde Tévez examinaba a Ramos. La 'Juve' se adelantó cerca del descanso, fruto de un error de Varane, ya que el joven francés midió mal y cayó en el engaño de su paisano Pogba.

Aunque parezca contradictorio, el penalti transformado por el chileno Vidal le vino bien al Madrid. Le obligó a aclarar ideas en el vestuario y a salir con más decisión y ambición. Adelantó líneas, pero le metió de lleno en el partido un error de Martín Cáceres impropio de una competición de este nivel. Quiso dar el uruguayo un pase retrasado y se la regaló a Benzema, que a su vez se la dio Cristiano para que marcase su octavo gol en esta liguillla e igualase el récord de Inzaghi. El choque se tornó vibrante. Casillas y Pepe salvaron el gol de Marchisio antes de que, Xabi Alonso estrellase un balón en el travesaño tras un zurdazo enorme y entre Marcelo, Cristiano y Bale firmasen el 1-2. Arriba te mata el Madrid pero atrás no para de conceder. En un centro pasado de Cáceres al que quizás pudo salir Casillas, Varane se preocupó más de agarrar a Llorente que del balón y facilitó el remate del ex del Athletic. Xabi Alonso ya no podía soportar este ritmo y tuvo que entrar Illarra en situación comprometida. También Bale se fue a la ducha antes de tiempo. En los minutos finales, todos dieron por bueno el empate, aunque la 'Juve' ahora es colista.