Nadal pasa por encima de Ferrer

No fue el Rafa Nadal de París ni el David Ferrer de París. De ahí que en esta ocasión fuese el balear el que arrollase al alicantino, que no fue ni la sombra del tenista de la semana pasada. Este martes, en Londres, uno y otro se intercambiaron los papeles de tres días antes. Nadal fue el que tomó la iniciativa y el que se hizo dueño del fondo de la pista, condición indispensable para alcanzar la victoria y desplegar su tenis. «Para mí es una magnifica noticia empezar así. Es una victoria importante», reconoció. Y eso que no fue un partido espectacular del número uno. Fue un duelo sin brillo, aunque sí jugado inteligentemente. La pena para 'Ferru' es que tampoco le hizo falta. Sin capacidad de reacción, más lento de lo normal y visiblemente desgastado físicamente, Ferrer no fue el jugador que pelea hasta la extenuación y coge su derecha para reinar en la pista.

Fue más bien un tenista sobrepasado. De vez en cuando hizo buenos puntos pero aislados. No luchó por el partido. Y no fue por desgana. Fue más bien por falta de gasolina. Lástima por un jugador que ha hecho una gran temporada pero al que le está pesando un final de temporada agotador. No ha descansado ninguna semana desde que jugase en Kuala Lumpur a finales de septiembre. A partir de ahí ha jugado en Pekín, Shanghái, Estocolmo, Valencia y París sin prácticamente descanso. Eso explica el porqué de su bajo rendimiento ante Nadal tres días después de doblegarle. «Lo siento por David. Supongo que el hecho de haber tenido poco descanso le habrá afectado», confesó el manacorense.

Desde el principio se vio que Ferrer no iba, muy endeble con su servicio y sin ritmo. De hecho, en el primer parcial, con su primer servicio únicamente ganó el 24% de los puntos, señal de su debilidad al saque. Mientras los restos se imponían, Nadal caminaba con paso firme. Sacó el mono de trabajo y se fabricó los puntos sin grandes alardes, sin soltarse, pero sin dejar respirar al alicantino. «Él estaba cometiendo más errores. He jugado un poco conservador. Hay que empezar poquito a poco», señaló Nadal.

Nadal, muy cómodo

En la Copa de Maestros, la espinita clavada del balear, Ferrer llegó al 4-3 del acto inicial para restar e igualar el partido. Pero en el primer punto de ese juego falló una derecha clara. De esas pegadas a la red sin oposición que no volverá a fallar nunca en su carrera. Un tiro que le dejó tocado.

Tanto que Nadal cerró sin problemas su saque y quebró el de Ferrer en blanco. Tanto que el de Jávea no consiguió hacer de nuevo un juego hasta el final del segundo set, después de un parcial de 7-0 del número uno del mundo. Ya era imposible para 'Ferru', fundido y sin respuesta ante un Nadal más reservado que otros días. Y después de que Ferrer decorase un poco el marcador final, Nadal consiguió su primera victoria (6-3 y 6-2) en esta Copa de Maestros, donde se queda a un solo triunfo de asegurar su número uno del mundo al final de esta espectacular temporada. «Ha sido el año más emocionante de mi carrera. Quizá el más importante de mi carrera», proclama con orgullo Nadal.