Ciudadanos vs sindicalistas
Actualizado:UGT impartió cursos de formación en una fábrica de chorizos. Es la información que leí en la prensa de fecha 22 de octubre. Y la pregunta que me vino a la imaginación es la siguiente ¿Qué es lo que hay en una fábrica de chorizos? La respuesta no se hizo esperar, ¡chorizos! Hasta aquí nada que objetar. O quizás mucho. Lo dejo a la imaginación de cada cual. Sin embargo, en otras noticias posteriores nada se dice de ese producto ibérico por excelencia. Posiblemente porque otros son considerados exquisiteces superiores. A fin de cuentas, el chorizo es un embutido de carne de cerdo picada y adobada con pimentón y otras especias y curada al humo. Sabor, textura y sobre todo su color rojo, son sus principales características. Que nadie se escandalice por lo del color rojo, que también es el usado por el Banco Santander. Y si no miren siempre el amplio surtido en corbatas rojas que despliegan cada día los ejecutivos de esa fructífera casa.
En concreto, en una del 2 de noviembre se habló de jamón, caña de lomo, queso y gambas, entre otros manjares. Esa comanda era parte del ágape de una Feria de Abril del pasado. Aparece sufragada con una subvención de la Junta de Andalucía destinada a ‘comidas asambleas formativas en negociación colectiva’. La formación profesional es considerada como multidisciplinar por las funciones pretendidas, polifacética por las variopintas capacidades de los que la imparten y todo terreno por los variados e insólitos lugares donde se desarrollan. Así es que no debe extrañarnos que una caseta de feria sea considerada el lugar idóneo para realizar actividades relacionadas con la docencia. Pero lo curioso es la comanda en ingesta de líquidos relacionada con las facturas y la formación. Casi 3.000 € en cerveza y rebujito, mientras que en agua se cargó 13,50 €.
Con independencia del escándalo que todo ello supone, el problema es la consideración que se traslada a los sufridos administrados y contribuyentes sobre la seriedad con la que debiera tratarse todo lo relacionado con la negociación colectiva. Les pondré un ejemplo real. Hace años se había firmado el convenio colectivo de una gran empresa y una parte de los firmantes se jactaba del éxito inenarrable que ello había supuesto. La empresa meses después cerraba sus puertas, alegando problemas de absentismo y de costes inasumibles provocados por la masa salarial del convenio colectivo.
La organización sindical implora comprensión en relación con su contabilidad: «si no hubiera errores no seríamos humanos». Vaya que sí son humanos, que les gusta lo que a todos los mortales: jamón, caña de lomo y gambas, sólo que de ‘gorra’.