El día en que la chica del Telediario se convirtió en noticia
Se cumple una década del anuncio de compromiso entre don Felipe y la hoy Princesa de Asturias
MADRIDActualizado:"Trabajadora, concienzuda, coherente, consciente, madura y seria". Así se nos presentó hace hoy una década a Letizia Ortiz Rocasolano. Dijo aquel día un portavoz autorizado de Zarzuela que la futura Princesa de Asturias "reúne las condiciones necesarias" para acompañar a don Felipe en el camino hacia el trono de España y también que "es una persona trabajadora que se ha labrado su carrera periodística con tesón y esfuerzo". Esto de palabra; por escrito, la Casa Real, en el breve comunicado que emitió para hacer oficial el compromiso de don Felipe, se limitó a expresar la gran satisfacción de los Reyes, al tiempo que ponía fecha a la petición de mano y apuntaba a cuándo se celebraría el enlace. Luego, en un anexo, un breve perfil de la futura princesa: periodista, 31 años, divorciada. Y conocida, muy conocida por todos los españoles.
Probablemente, doña Letizia no necesitaba demasiada presentación. Era la chica del Telediario de la noche. La copresentadora. La joven rubia y guapa que de lunes a viernes se asomaba en la pequeña pantalla junto a Alfredo Urdaci para contarnos lo que había ocurrido ese día. La noche anterior al compromiso hizo lo propio. El 31 de octubre de 2003 fue noticia el Estatuto de Ibarretxe. El Gobierno de Aznar trasladó ese día el asunto al TC, al entender que se quebraba cien veces la Constitución. También desfilaron por aquel Telediario todos los presidentes autonómicos de la democracia, dado que en el Senado se les homenajeó en uno de los muchos actos que se celebraron con motivo del 25 aniversario de la Constitución. Irak también fue noticia y no solo por una nueva oleada de civiles muertos, sino por el respaldo del Congreso de EE UU a otorgar a Bush otros 87.000 millones para la operación militar. Y los familiares del Yak42, cansados de no obtener respuestas, se presentaron ese último día del mes de octubre en la Audiencia Nacional para pedir responsabilidades a Defensa. El Ibex cerró en los 7.129,50 puntos, tras el sexto día consecutivo en verde. La imagen de una decena larga de cadáveres en una playa de Rota encogió los corazones. Y un crucero británico con 400 turistas a bordo, contagiados por una rara enfermedad estomacal, se veía obligado a tomar rumbo a Gibraltar tras negársele atracar en Grecia por lo que pudiera pasar. Y así se fueron consumiendo los últimos minutos como presentadora de informativo de Letizia Ortiz Rocasolano. Se despidió con un "que tengan un buen fin de semana" y… ya nada volvió a ser lo mismo.
Aquella periodista estaba a unas horas de dar el bombazo informativo. Bien es cierto que el día antes del anuncio ya circulaba el rumor por las redacciones. Pero eso, solo un rumor. El 1 de noviembre, por la mañana, se intensificó; al mediodía era un no parar; a media tarde se avisó de lo que iba a ocurrir y a las siete de la tarde, sí, por fin, se lanzó el comunicado oficial, firmado por los Reyes de España, que a nadie dejó indiferente. La monarquía vivía entonces días de rosas, con una nota en el CIS que superaba el 6, como una de las instituciones más valoradas. En 2011, con el primer suspenso (un 4,89), dejó de preguntarse por la Corona.
Aquel día no hubo foto fija de los protagonistas del día, se recurrió a la de unos días antes, en Oviedo, con motivo de los Premios Príncipe de Asturias, cuando don Felipe estrechó la mano a Letizia en la recepción privada que anualmente mantiene el heredero de la Corona con los profesionales de TVE que cubren el acto. Dicen que aquel día la mirada les traicionó, que les brillaron los ojos. A toro pasado todo tiene cabida. Pero la realidad es que nadie se percató entonces de que eran novios clandestinos.
Al día siguiente tampoco llegó la deseada instantánea. Pero al siguiente sí. El 3 de noviembre de 2003, Felipe y Letizia, cogidos de la mano, regalaron la imagen más buscada. Sonrientes, el Príncipe dijo aquello de "aquí nos presentamos, enamorados, comprometidos, convencidos e ilusionados y, por supuesto, entregados al servicio de España y de los españoles". Su prometida sonreía, buscaba con la mirada a quienes, al otro lado, eran sus colegas y hasta amigos. Nada volvió a ser igual para ella. Estaba muy alejada la imagen de aquella joven de la que con los años se ha dado de ella. Para nada era fría, ni calculadora. Perfeccionista probablemente sí. Letizia, la periodista, sabiéndose noticia, incluso atendió aquel mismo día por teléfono, poco después del posado, la llamada del periódico asturiano 'EL COMERCIO'. Pidió a la periodista que la entrevistó, a la colega, "perdón" por no poder extenderse en sus declaraciones. "No te enfades conmigo", solicitó, al tiempo que daba las gracias "con total sinceridad" por el interés. "Estamos muy contentos y felices los dos", explicaba. "Me cuentan que está todo el mundo feliz y no puedo negar que estoy encantada con la reacción de Asturias. No puedo estar más contenta", comentó entonces la aspirante a princesa. De aquello se cumple ahora diez años. Una década en la que doña Letizia ha superado con nota su papel institucional, pese a que las críticas nunca han dejado de acompañarla. Es el precio que ya entonces sabía que habría de pagar por dejar de ser la chica del Telediario para convertirse en la futura Reina de España.