Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

Redford, icono del thriller político

El actor dirige 'Pacto de silencio', donde confronta la militancia pasados los añosLa película centra su mirada en los compromisos éticos y morales de la sociedad contemporánea

Actualizado:

De aquel personaje perplejo perseguido por la CIA que interpretaba un joven Robert Redford en 1975 en 'Los tres días del Cóndor' (Sydney Pollack) al James Grant-Nick Sloan buscado por el FBI de 'Pacto de silencio', film dirigido por el mismo Redford, median tres décadas, si bien ambos personajes sirven para emitir una crítica a los cuerpos de investigación americanos, a sus métodos, a su falta de escrúpulos y matices. En efecto, uno de los actores, directores, productores más influyentes y con mayor interés en el cine político de la industria americana, Robert Redford, está de vuelta con un thriller político, con periodismo al fondo, que revela su continuado interés por un género que él mismo ayudó a diseñar en los setenta con films como 'Todos los hombres del presidente' (Alan J. Pakula, 1976), el mencionado film de Sidney Pollack, 'Los tres días del Cóndor' o 'El candidato' (Michael Ritchie, 1972).

En 'Pacto de silencio', Robert Redford es James Grant un abogado pro derechos civiles, viudo, y con una hija de 12 años que vive una vida tranquila en Albany, Nueva York. Su cotidiano pegará un vuelco cuando una activista (Susan Sarandon) del grupo Weather Underground, grupo de la izquierda radical de fines de los sesenta y primeros setenta, decide salir de su tapadera de ama de casa para confesar el asesinato de un guardia de seguridad en el asalto a un banco 30 años atrás. Un joven periodista con altas dosis de ambición personal (Shia LaBeouf), pone a Grant frente a los fantasmas de su pasado, al desentrañar su verdadera identidad como antiguo radical antibelicista. El periodista destapa que el personaje de Redford fue también integrante del grupo radical Weather Underground, conocido por sus actividades violentas en contra de las políticas belicistas del gobierno americano en los años de la Guerra de Vietnam. La investigación de LaBeouf lo obligará a emprender nuevamente una vida de fugitivo.

Culpabilidad, confrontación con los ideales de juventud, condena de aquello de «el fin justifica los medios», cierta nostalgia del activismo sesentero. La película busca levantar preguntas sobre las consecuencias de la militancia política como ¿cuáles han sido los sacrificios? ¿es sostenible con los años la militancia violenta? o ¿lo volverían a hacer? La deriva del film hacia el drama familiar parece apuntar algunas respuestas para un Robert Redford, que, a pesar de mantener la actitud crítica con el gobierno estadounidense -con alusiones directas a la estafa de las preferentes, entre otras- parece mantener una mirada más conservadora y también más matizada: cuidar a la familia es mucho más importante que cuidar los ideales.

El reparto es apabullante: desde el propio Redford, a Susan Sarandon, pasando por Richard Jenkins, Nick Nolte o Julie Christie, entre muchos otros, todos compañeros de un activismo basado en el apoyo mutuo aun pasadas tres décadas y muchos conflictos éticos de por medio. Esa solidaridad de hierro, Redford la confronta con el individualismo y la ambición desmedida del personaje de Shia Labeouf, que sirve para tocar otra de las pasiones de Robert Redford: el periodismo, cuyo film icónico es 'Todos los hombres del presidente', protagonizada por Redford.

En la presentación de 'Pacto de silencio' en EE UU Redford ha abundado en su interés por dicho oficio: «Obviamente estoy fascinado por el periodismo, de hecho ha sido el foco en algunos de los films que he hecho a lo largo de mi carrera. Suelo poner un ojo crítico en el periodismo, pero eso es porque realmente me importa. Creo que es muy importante para la sociedad, y que hoy en día ha cambiado y no siempre para bien. Con tanta información como hay hoy, muchas veces se vuelve difícil encontrar la verdad».

Mezclando lo personal y lo político, 'Pacto de silencio' deja claro una vez más el interés de Redford en el cine que fija su mirada en los compromisos éticos y morales de la sociedad contemporánea, por mucho que este film no tenga el vigor y la contundencia de los films que el actor protagonizó en los setenta. Más adelante, su interés no ha mermado, como demuestran films como 'Leones por corderos', donde el actor, productor y director, además de creador del festival de Sundance, ponía la mirada sobre el conflicto de Afganistán, y buscaba una vez más poner al espectador en una tesitura ética más allá de la sala de cine.