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Mariano Rajoy, en un expresivo gesto durante su comparecencia de ayer ante el pleno del Congreso. :: CHEMA MOYA / EFE
ESPAÑA

Rajoy endosa al CNI las explicaciones sobre el espionaje de Estados Unidos

El presidente elude las preguntas sobre las escuchas, a las que sí responderá el general Sanz ante la comisión de secretos del Congreso

ANDER AZPIROZ
MADRID.Actualizado:

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, esquivó ayer en el Congreso las preguntas de todos y cada uno de los grupos de la oposición sobre la posibilidad de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense interceptará más de 60 millones de llamadas en España entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013. Dejó claro que no sabe si los servicios secretos estadounidenses han espiado a millones de españoles o si lo sabe no lo quiere confirmar.

Ante el pleno del Congreso, el jefe del Ejecutivo se limitó a asegurar que «de ser cierto el espionaje sería inaceptable». Rajoy no fue más allá y fiel a su estilo apeló a tener paciencia hasta que se esclarezca si realmente la inteligencia de Estados Unidos ha vigilado a sus socios europeos. Solo concedió que el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) comparezca en el Congreso para informar a los portavoces. Por ahora, dijo, «es suficiente».

Desde que salió a la luz el escándalo de la interceptación de llamadas y datos electrónicos, de momento el único paso dado por el Gobierno ha sido pedir explicaciones a Washington. A lo largo de los últimos meses lo ha hecho sin éxito hasta en tres ocasiones, la última el pasado lunes al embajador en Madrid, James Costos. Pero desde el martes las sospechas ya no solo se centran en la posibilidad de que la NSA haya espiado a ciudadanos españoles sino en si el propio CNI habría realizado estas escuchas para luego entregarlas a la inteligencia estadounidense, como reveló el diario neoyorquino 'The Wall Street Journal'. La propia NSA ha reconocido la existencia de esta colaboración aunque la circunscribe a escenarios no europeos y zonas de conflicto.

Ayer, y pese a la insistencia de los grupos de la oposición, Rajoy no reveló ningún detalle acerca del alcance del espionaje. Eludió responder a las preguntas directas de si ha existido participación de los servicios secretos españoles en el espionaje o si millones de españoles han sido víctimas del mismo.

El jefe del Ejecutivo ha optado por delegar estas explicaciones en el jefe del CNI, el general Félix Sanz. El responsable del servicio secreto comparecerá a puerta cerrada el próximo miércoles ante la comisión de secretos del Congreso para responder a las preguntas de los grupos políticos sobre un escándalo que ha desatado una tormenta política en toda Europa y dejado maltrechas las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Desconfianza y servilismo

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pasó de puntillas sobre el espionaje de la NSA durante su intervención ante el pleno. El líder de la oposición se limitó a advertir de la desconfianza que estas actuaciones causan entre países aliados y amigos. Con tono moderado, Rubalcaba, en la misma línea que el Gobierno, abogó por que «se pidan explicaciones a Estados Unidos, responsabilidades en su caso, y rectificaciones contundentes si fuera necesario, todo ello por el bien de la seguridad de los españoles». En un gesto poco habitual en esta legislatura, Rajoy aplaudió la posición «equilibrada» y el sentido de Estado mostrado por el principal partido de la posición.

Mucho más beligerantes que el PSOE se mostraron el resto de grupos del Congreso. Desde la Izquierda Plural, Cayo Lara acusó al Ejecutivo de mantener una política de «servilismo» ante Estados Unidos y abogó por exigir al presidente Barack Obama que asuma responsabilidades políticas y penales. En el terreno doméstico, el coordinador general de IU recordó que en 1995 el vicepresidente, Narcís Serra, y el ministro de Defensa, Julián García Vargas, se vieron obligados a dimitir tras destaparse escuchas ilegales realizadas por el entonces CESID. El jefe del Ejecutivo recurrió a la ironía en su respuesta a Lara: «Da la sensación de que lo sabe y tiene usted pruebas de todo. No puedo más que felicitarle porque yo no».

Desde UPyD, su portavoz, Rosa Díez, exigió, además de la comparecencia del general Sanz, la de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, máximo responsable político del CNI. «Creo que con el director del CNI es suficiente», se limitó a responder Rajoy.

A modo de conclusión el presidente del Gobierno señaló a Lara y Díez la fórmula que cree adecuada para conducir esta crisis de espionaje. La misma que viene repitiendo desde su llegada hace dos años a la Moncloa, «sensatez».