El PSOE pide que se saque a Franco del Valle de los Caídos

El PSOE quiere que los restos de Francisco Franco salgan del Valle de los Caídos. Sostiene que es el único modo de convertir el lugar en un monumento que permita «honrar y rehabilitar», como dictó la ley de memoria histórica de 2007, la memoria de los fallecidos en la Guerra Civil y por la represión política de la dictadura. Y pretende que el Congreso se pronuncie al respecto. El diputado y exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, presentó hoy una proposición no de ley en la que, de acuerdo con ese planteamiento, insta al Gobierno a poner en marcha un plan que permita crear un espacio para la «cultura de la reconciliación», dentro, matiza, de las «posibilidades presupuestarias».

No es la primera vez en lo que va de legislatura que los socialistas trasladan este planteamiento al Gobierno. Ramón Jáuregui ya lo pidió hace unos meses haciendo referencia a las recomedaciones del comité de expertos al que él mismo encargó, como ministro de Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero y a apenas seis meses de las elecciones generales de noviembre de 2011, un plan de actuación. Con tres votos particulares en contra, aquel comité concluyó que la única forma de dar otra significación al Valle de los Caídos era exhumar los restos del dictador y trasladarlos a otro lugar elegido por la familia. Un paso que requeriría la autorización de la Iglesia.

En verano, el Ejecutivo respondió a la pregunta por escrito de Jáuregui y de manera algo elusiva alegó que las actuaciones de «resignificación integral» del Valle de los Caídos «exigen el máximo consenso para no reabrir heridas innecesarias». Pero a ese argumento hay que añadir otro, el económico. Según las cifras de los expertos sólo «adecentar» el recinto podría costar 13 millones de euros. Algo se ha hecho ya. Este año se han destinado 286.485 euros a obras para, según el Ejecutivo, canalizar el agua que estaba dañando los osarios de los 33.847 muertos allí enterrados. Nada de más calado. «Ir allí y comprobar la primacía de Franco -alegó Elorza- indigna».