Guindos anuncia que la inversión extranjera se ha duplicado
BILBAO. Actualizado: GuardarEl ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó ayer que «España está en la dirección adecuada para salir de la crisis» y que los indicadores económicos así lo reflejan. Como prueba echó mano de uno de ellos, la inversión extranjera directa (compra de empresas, toma de participaciones...) que, según anunció, se ha doblado en los ocho primeros meses del año, hasta alcanzar los 19.400 millones de euros frente a los 9.000 del mismo periodo del año anterior. De Guindos lanzó este mensaje durante su intervención en el Foro Expectativas Económicas, organizado en Bilbao por El Correo, con la colaboración de Banco Sabadell y KPMG.
El responsable de Economía del Gobierno quiso eludir cualquier triunfalismo, consciente de que sería un discurso mal entendido en una sociedad con un 26% de paro que «todavía no percibe» esa mejora de unas variables macroeconómicas muy alejadas de la realidad de los ciudadanos. Pero aseguró que «indicadores que estaban en rojo, ahora están en verde». Ese cambio -continuó- permite avanzar que 2014 será el año de la recuperación, «una recuperación suave y tenue sí, pero recuperación al fin y al cabo». Según explicó, el punto de inflexión se ha logrado gracias a que han desaparecido las dudas sobre la supervivencia del euro y también a que España ha ganado competitividad con la contención de costes. «La economía de este país ha vuelto a percibirse como competitiva y con capacidad para generar crecimiento a medio y largo plazo», subrayó.
«Los datos del sector exterior son impresionantes», afirmó, y apuntó que la balanza de pagos alcanzará un superávit del 2% del PIB este año frente al déficit del 10% de 2007. También destacó que «España va a ser capaz de cumplir con sus obligaciones fiscales» y reducir el déficit al 6,5%. Respecto a la situación de la banca, otro de los focos de preocupación en el pasado, garantizó que las entidades españolas «pasarán sin problemas los test de estrés del BCE» y exigió que estos exámenes sean creíbles para disolver las dudas sobre la banca europea, «que presenta un déficit de credibilidad respecto a la americana».