El PP planea reforzar la Religión en Bachillerato

El PP planea dar más presencia a la Religión en Bachillerato a través de una enmienda en el Senado a la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). En concreto, la iniciativa obligaría a los centros a ofertar como optativa la asignatura confesional en los dos cursos del Bachillerato al igual que ocurre en Primaria y ESO. De esta forma los populares pretenden dar respuesta a las críticas de la Conferencia Episcopal, que había denunciado el incumplimiento de los acuerdos sobre Enseñanza y Asuntos Culturales firmados con la Santa Sede.

La medida concreta, que sería la enésima vuelta de tuerca a la Lomce, no podrá conocerse hasta que se presenten todas las enmiendas en la Cámara alta, cuyo plazo concluye el 31 de octubre. Sin embargo, los senadores populares creen necesario introducir ese cambio para subsanar lo que consideran un «error técnico» del Ministerio de Educación al excluir la materia confesional de la oferta optativa obligatoria en los cursos superiores de Secundaria.

Con la ley vigente -aprobada por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero- la Religión se oferta en 1º Bachillerato, pero no es evaluable ni cuenta con ninguna asignatura alternativa. Una situación que podría ser totalmente distinta en caso de prosperar esta iniciativa. Habrá que esperar para conocer los detalles de la enmienda y saber si el cambio es solo procedimental -obligación de ofertar la materia como optativa- o curricular -lo que supondría que la asignatura fuera evaluable también en el Bachillerato-.

En cualquier caso, el hecho de que el PP estudie seriamente presentar esta enmienda denota el nulo impacto de las protestas de los últimos días y las escasas intenciones de atender las demandas de la comunidad educativa, que protagonizó una jornada de huelga general la semana pasada. Lejos de suavizar los puntos más polémicos de la reforma -que solo contó con el respaldo del PP en el Congreso- los populares pretenden profundizar en las líneas ya marcadas en el proyecto de ley.

La Iglesia es una de las principales beneficiadas de la nueva reforma educativa al conseguir la mayor parte de sus reivindicaciones. Así, la Lomce contempla que la Religión sea evaluable y cuente para la media, repetir curso o para acceder a una beca como el resto de materias. Igual sucede con su alternativa Valores Culturales y Sociales en Primaria y Valores Éticos en Secundaria. Otra de las demandas de los obispos también satisfecha fue la supresión de Educación para la Ciudadanía, una materia criticada hasta la saciedad por la Iglesia, que la consideraba «adoctrinadora» e «ideológica» por el tratamiento a los tipos de familia (homosexual o monoparental) o al aborto.

La Lomce también permite la financiación pública de los centros con enseñanza segregada por sexo, la mayor parte gestionados por instituciones religiosas.

Todas estas medidas fueron muy criticadas por gran parte de la comunidad educativa. La Plataforma Estatal por la Escuela Pública -integrada por sindicato de estudiantes, profesores y asociaciones de padres y madres- denunció en su día lo que consideraba «concesiones» intolerables a la Iglesia.