Cateto fuera de babor
Los recortes y las dudas en el futuro del Centro de Formación de Tropa de Camposoto inciden en la pérdida de peso de San Fernando para Defensa La Isla ha perdido ya numerosas instalaciones militares
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarLa Isla que refleja la película de 'Cateto a babor' ya no existe. La ciudad se encuentra en una especie de punto muerto entre lo que fue y lo que pretende ser. El problema es que estaba muy acostumbrada a vivir de todo lo que tenía que ver con lo militar y que ahora no tiene claro hacia dónde dirigirse. Aunque no le queda otro remedio. La supresión del servicio militar obligatorio supuso un duro golpe del que San Fernando aún no se ha recuperado. Ya no hay una calle Real llena de soldados dirigiéndose de un lugar a otro para entretenerse o en busca de sastres para arreglar sus trajes. No hay militares con sus uniformes de blanco impoluto dando paseos, ni hostales ni hoteles llenos de familiares que aguardaban con ilusión ver la jura de bandera de sus hijos, hermanos, primos, sobrinos o nietos. Han caído en picado las empresas de suministros subcontratadas para solventar las necesidades de los cuarteles. También los negocios que subsistían de vender bocadillos o cubrir las necesidades de las cientos de personas que cada poco tiempo llegaban a la ciudad para realizar ese servicio obligatorio.
En las últimas décadas la pérdida de protagonismo de La Isla en la estructura de Defensa es más que evidente. Y esta debacle parece aguardar un continuará. Así al menos se deja entrever con las dudas que se ciernen sobre el futuro del Centro de Formación de Tropa (Cefot) de Camposoto. Actualmente es el único que existe junto al de Cáceres, pero los anunciados recortes para 2014 y la nueva organización del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), en el que se encuentran los Cefot, y que apuesta por quedarse con sólo una instalación, ponen en peligro su viabilidad. Uno se perderá, la duda está en ver si el de Cáceres o el de Camposoto. El año pasado todo hacía indicar que se apostaba por el isleño, pero tras un cierre temporal el situado en Extremadura ha vuelto a abrir y tras una importante inversión para su mantenimiento.
Una detrás de otra
Además no sería la primera vez que San Fernando sale perdiendo. Los últimos 20 años han destacado por ser un constante de pérdida de instalaciones militares. El primer gran golpe se registró en 1997, cuando Defensa se llevó los polvorines a Rota. Le siguieron la desaparición de la Capitanía Marítima, la supresión de la Escuela de Artillería de la Armada (1999), la pérdida del Cuartel de Instrucción de Marinería (en el año 2000 y que supuso el cierre de numerosos negocios en San Carlos) y el traslado, también a Cartagena, de la Escuela de Infantería de Marina (2003). Todo ello junto al traslado de unidades como la de Operaciones Especiales.
La ciudad ha querido aprovecharse de esta situación para recuperar suelo que poder reconvertir para la construcción de viviendas y la creación de industria, pero hasta el momento no ha sido capaz de ello. El ejemplo más claro es el de los polvorines de Fadricas. El Consistorio lleva más de una década persiguiendo su desarrollo y no sólo no ha sido capaz de que entren las máquinas, es que ni siquiera está pintado lo que contendrá, solamente lo que puede contener.
Otro ejemplo es el antiguo polígono de tiro de Janer, aunque en este caso espera convertirse en el positivo. El objetivo es que sea en un polígono comercial e industrial con hotel y todo. Zona Franca ha hecho una importante inversión para ello y ya se han eliminado sus edificaciones. Estampas que ya sólo quedan en la memoria de aquellos que vivieron los tiempos de la película de 'Cateto a babor'.