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Una Embajada en Berlín con vistas a la Cancillería

La escucha del móvil de Merkel se realizó en parte desde la legación de EE UU, separada sólo por un parque del despacho de la jefa del Gobierno

BERLÍN. Actualizado: Guardar
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La documentación facilitada por el antiguo técnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE UU Edward Snowden permite deducir que las escuchas a Angela Merkel se realizaron, al menos parcialmente, desde la nueva Embajada estadounidense en Berlín, situada junto a la Puerta de Brandeburgo y con vistas directas a la Cancillería, de la que sólo le separan el parque del Tiergarten y la pradera situada frente al Reichstag. No hay un solo edificio entre la misión diplomática y la oficina de la jefa del Gobierno alemán.

Entre las revelaciones del fugitivo de la Justicia estadounidense figura la existencia de un programa de escuchas que comparten los servicios secretos estadounidenses CIA y NSA, empleado en sus embajadas y consulados, llamado 'Special Collection Service' (SCS). Según datos de Snowden, los agentes que trabajan para este operativo se camuflan como diplomáticos y sus actividades en Alemania, así como la aplicación del programa, eran desconocidas por Berlín.

El presidente de la comisión de control parlamentario de los servicios secretos germanos, Thomas Oppermann, quiere invitar a declarar ante ese gremio del Bundestag a Snowden, ahora refugiado en Moscú. Cuenta con «una alta credibilidad», dijo Oppermann en declaraciones televisivas. El político socialdemócrata subrayó que si el informático se muestra dispuesto a declarar en ningún caso sería entregado después a las autoridades estadounidenses, que le reclaman por alta traición. «No puedo imaginarme que la República Federal de Alemania entregue a alguien que ha ayudado a descubrir un grave caso de espionaje contra la canciller al país que ordenó ese espionaje», afirmó Oppermann.

El miembro 'verde' de la misma comisión Hans Christian Ströbele exigió además que las autoridades «le concedan asilo e incluso protección como testigo de cargo». Los ecopacifistas reclaman también un pleno extraordinario del Bundestag para que «el Parlamento sea informado de los conocimientos sobre el caso del Gobierno federal y su próximo proceder», según su líder parlamentaria Katrin Göring-Eckard.

El escándalo por el espionaje del teléfono de Merkel ha acarreado también severas críticas contra su ministro de la Cancillería, Ronald Pofalla, quien el verano zanjó rápidamente el debate sobre las actividades de la NSA y dio por buenos los argumentos estadounidenses que minimizaban esa actuación. «Es terrible que unos servicios secretos estadounidenses intervengan el móvil de la canciller», indicó el presidente de los socialdemócratas (SPD), Sigmar Gabriel, quien dijo «recordar muy bien que algunos políticos y también medios declararon finalizado el caso de la NSA. Ese error no debe repetirse». En las negociaciones con los conservadores para la formación de una 'gran coalición' de gobierno, «el SPD urgirá vehementemente no sólo a que se proteja de manera efectiva la esfera privada de la canciller, sino también la de los 82 millones» de alemanes.

El teléfono del partido

Entretanto parece claro que el móvil de la canciller presuntamente intervenido por la NSA es el que puso a su disposición su partido y que no está encriptado. Merkel ha reconocido que es el que más usa y que sólo utiliza el oficial y más seguro cuando aborda asuntos gubernamentales confidenciales o secretos. «Utilizo el móvil que corre por cuenta del partido para que nunca exista la impresión de que empleo dinero del Gobierno para comunicaciones con mi partido», explicó. «Para las comunicaciones sobre asuntos de Estado relevantes existen líneas fijas, encriptadas, y si no se está en ese lugar (la Cancillería), móviles encriptados», añadió.

La mayor telefónica del país, Deutsche Telekom, ha propuesto crear una red alemana interna e independiente para las comunicaciones por correo electrónico que evitaría acciones de espionaje exterior como las de la NSA. La compañía quiere acordar con sus principales socios que los emails y otros intercambios de información se lleven a cabo exclusivamente a través de nudos o repetidores nacionales, sin utilizar otros en el extranjero como sucede ahora.

«Queremos garantizar en el transporte de datos entre emisores y receptores en Alemania que ni un solo byte abandone el país», explicó el responsable de protección de datos de Telekom, Thomas Kremer. Para alcanzar esa meta, la operadora debe ponerse de acuerdo con consorcios internacionales como Vodafone o Telefónica. Y aspira a que ese plan llegue a funcionar también a nivel continental, entre los países firmantes del Tratado de Schengen.