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Pere Navarro, Artur Mas y Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer, en Barcelona. :: TONI GARRIGA / EFE
ESPAÑA

Rajoy aclara a Rubalcaba que no tocará la Constitución para contentar a Mas

El presidente de la Generalitat rechaza la oferta del líder del PSOE de cambiar la consulta por una reforma federal de la Carta Magna

A. MONTILLA / C.REINO
MADRID / BARCELONA.Actualizado:

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba se reunieron en secreto esta misma semana para abordar, entre otras cuestiones, la deriva nacionalista en Cataluña pese a que el líder del PSOE ordenó romper cualquier negociación con el Gobierno tras considerar que el jefe del Ejecutivo «mintió» el 1 de agosto cuando compareció ante el Congreso para dar explicaciones sobre el 'caso Bárcenas'.

Es más, Rubalcaba aseguró que volverá a entrevistarse con Rajoy en breve, una cita que el presidente del Gobierno ni confirmó ni desmintió durante la rueda de prensa que ofreció ayer en Bruselas, tras participar en el Consejo Europeo.

Lo que sí dejó claro el jefe del Ejecutivo es que no comparte la propuesta socialista de impulsar una reforma de la Constitución como punto de partida de una nueva negociación con Cataluña. «No se están planteando temas constitucionales sino la soberanía nacional», sentenció. También sorprendió que, tras confirmar estos encuentros, dijera que desconocía la propuesta federal que promulga el PSOE.

Rajoy reconoció que PP y PSOE, porque así se lo exigen sus votantes, persiguen lo mismo: la unidad de España. «Yo creo -abundó- en la existencia de la nación española, que es la nación más vieja de Europa, creo que a todos nos ha ido muy bien y creo que Cataluña es una parte importantísima y sustancial de esa nación española».

El presidente volvió a vincular la salida de la crisis económica con la estabilidad política, por lo que cree que no es el mejor momento para iniciar una reforma de la Carta Magna de incierto final. Recordó que la Constitución 1978 se ha remozado en dos ocasiones, «sin mayores problemas ni dificultades, porque se tenía claro lo que se quería hacer». Para Rajoy, la clave de cualquier cambio sería el consenso y, a su juicio, éste no se da en la actualidad.

«Cortar las alas»

La reacción del jefe del Ejecutivo se produjo tras la reunión que mantuvieron por la mañana en Barcelona Rubalcaba y el presidente catalán, Artur Mas. El líder socialista comprobó de primera mano que Mas continúa firme en su intención de celebrar una consulta el año que viene y que su marcha atrás en el proceso soberanista se antoja a día de hoy muy complicada.

En una reunión de dos horas en el Palau de la Generalitat, que ambas partes valoraron como «muy positiva», y de la que destacaron el tono «cordial, franco y sincero», Pérez Rubalcaba le hizo una propuesta a Mas: que se olvide del referéndum a cambio de una reforma federal de la Constitución, que incluiría un encaje amable de Cataluña y que votarían todos los españoles, además de un nuevo Estatuto, que concretaría esa reforma y que votarían los catalanes. «Entre Cataluña y el resto de España existe un problema de convivencia y hay dos formas de resolverlo: una es votar para plantear eventualmente la ruptura y otra es sentarnos a buscar acuerdos y votar sobre esos acuerdos; esta es nuestra propuesta», le dijo Rubalcaba.

En su comparecencia tras la reunión, la Generalitat evitó el portazo inmediato al planteamiento del PSOE, aunque bien pronto, una hora después, Artur Mas, en una entrega de premios, dejó claro que no está dispuesto a renunciar a la consulta y que el referéndum no será moneda de cambio. «Los marcos legales no pueden sustituir a un marco político abierto», dijo. Sería un «error», añadió, utilizar estos marcos legales para «abortar las soluciones basadas en la voluntad política» o «cortar las alas» a la sociedad catalana.

La Generalitat, aun así, no cerró todas las puertas. El consejero de la Presidencia, Francesc Homs, destacó tras la reunión entre Mas, Rubalcaba y Pere Navarro que, por primera vez PP y el PSOE empiezan a considerar el tema catalán como un problema de primer orden. Hasta hace poco, dijo, despachaban el asunto como que esto era un «calentón de verano». «Comienza a haber consenso en el diagnóstico», en reconocer que hay un problema con Cataluña que hay que resolver y que la voluntad de diálogo ya no es solo una actitud, sino que apunta a que puede empezar a tener contenido, señalaron desde la Generalitat. Homs se refirió de pasada a la propuesta de Rubalcaba, de la que señaló que el Gobierno catalán solo tomará en consideración cuando sea una oferta del Estado en su conjunto. Rubalcaba, mientras, admitió que encontrar una solución al atolladero catalán va a ser muy difícil.