PAN Y CIRCO

TOCADOS

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Apenas han discurrido nueve jornadas de liga. Primer cuarto de temporada, esto acaba de empezar. El Cádiz genera muy buenas sensaciones, por encima de los resultados, y desprende un halo de superioridad sobre sus competidores que invita a pensar, cuanto menos, en el campeonato liguero a final de temporada. El 'play off', experiencia avisa, es otro cantar.

No obstante, en esta vida no todo puede ser perfecto y la actualidad amarilla dista mucho de ese grado extremo de felicidad. Existe una preocupación. No es normal que a estas alturas el vestuario esté tan 'cascado'. Que haya tantos jugadores con molestias jugando una jornada sí y otra también. Que se produzcan tantas infiltraciones. Con molestias han saltado al césped Kike López, Villar, Airam, Perico, Luque, Martins, y ahora parece que forzarán en Melilla Andrés Sánchez y Fran Pérez, ambos con esguince de tobillo.

La sensación es que la plantilla, además de cortísima, posee una columna vertebral intocable, sin recambio en el banquillo. Y para colmo, empieza a estar magullada, maltrecha, tocada con muchos meses aún por delante.

Mientras técnicos como Espárrago se negaban a alinear jugadores con mínimas molestias, Raúl Agné es de los que fuerza a sus chicos, les exige ese sacrificio, ese 'plus' prueba de compromiso. Es posible que su idea pase por alcanzar el liderato cuanto antes y, con el respaldo de los números y la afición, ir dosificando a sus futbolistas para las batallas finales. Tal vez considera clave este primer tramo de la temporada para agarrar confianza. O piensa que no hay más donde rascar, lo que denotaría inseguridad. Lo cierto es que los problemas físicos sólo aumentan justo antes de encarar un mes con dos partidos entre semana. Que los esfuerzos de ahora no se paguen en mayo.