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Los checos votan entre el descrédito de los políticos y el malestar económico

Los electores acuden a las urnas de forma anticipada para renovar el Parlamento tras el escándalo de corrupción que puso fin al Gobierno

VARSOVIA. Actualizado: Guardar
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Cuatro meses después del escándalo de corrupción y abuso de poder que provocó la caída del Gobierno, la República Checa celebra hoy elecciones legislativas anticipadas en medio del hartazgo hacia los políticos y el malestar por la recesión y los recortes del gasto público. La inestabilidad institucional que ya arrastraba el país centroeuropeo desde los últimos años se vio sacudida en junio por el colapso del Ejecutivo de centroderecha de Petr Necas. El primer ministro tuvo que dejar el cargo envuelto en una fuerte polémica que salpicó a su estrecha colaboradora y amante Jana Nagyova y por la que fueron detenidos ocho altos cargos en una operación policial.

El jefe de Estado, Milos Zeman, un veterano de la izquierda, nombró un Gabinete de expertos bajo el mando del economista socialdemócrata Jiri Rusnok para evitar el adelanto electoral. Sin embargo, el 20 de agosto, el Parlamento se disolvió al no aceptar a los tecnócratas y Zeman no tuvo más remedio que convocar comicios para los días 25 y 26 de octubre. Rusnok ha fracasado en su misión de enderezar en un breve plazo la situación y estabilizar las instituciones de un país fuertemente golpeado por la corrupción y donde la mayoría de los ciudadanos manifiestan su indisimulado rechazo a la clase política.

La izquierda, que apoyó a regañadientes a Rusnok, es la opción mejor situada en las urnas. Según las encuestas, el Partido Socialdemócrata (CSSD) parte como favorito al cosechar un 26% en intención de voto. El resultado, no obstante, sería insuficiente para gobernar en solitario, sin contar que una resolución interna les impide pactar con los comunistas, que resultarían la segunda o tercera fuerza más votada al contar con un 16% de apoyos. Quienes sí esperan un descalabro son las formaciones de la antigua coalición de centroderecha de Necas: tanto TOP 09 como Partido de los Demócratas Cívicos (ODS) apenas recaban un 13 y 9%, respectivamente.

En cualquier caso, lo que nadie cuestiona es que la economía centrará buena parte de la agenda de la formación vencedora. Aunque la República Checa es el segundo Estado más próspero del antiguo bloque comunista de Europa central, la recesión colea con fuerza. En 2012 su PIB cayó un 1,2% y este año se espera una nueva contracción del 1,8%. Además, desde 2008 el desempleo se ha incrementado del 5,4 al 8,9%, mientras que la deuda pública ha alcanzado el 43,4%, casi ocho puntos más que en 2010. A ello se suman los recortes aplicados por el anterior Gobierno, acompañado de un descenso de los salarios que ha multiplicado las situaciones de pobreza.

Hablar de estas elecciones anticipadas sin referirse a Milos Zeman tampoco tendría mucho sentido. El jefe del Estado, aunque puede presentarse como un mandatario elegido democráticamente, no ha conseguido apoyo suficiente, ni siquiera en las filas de la izquierda. No es políticamente tan excéntrico y antieuropeísta como su predecesor, Václav Klaus, pero sus adversarios le acusan de autoritarismo y de utilizar sus prerrogativas constitucionales de forma abusiva.