'Dios Salve a la Reina' recupera al Queen de Wembley

Corría el año 1986. Tras 16 años en la carretera, Queen recuperaba el éxito que se le había resistido en los últimos años, aupado por su fantástica aportación en el festival Live Aid, un concierto de apenas 45 minutos que dejó la boca abierta a los millones de espectadores que seguían la gesta desde sus casas y que, a posteriori, sería catalogado como la mejor actuación de Freddie Mercury. Los chicos de La Reina habían recuperado su trono y la unidad justo cuando los rumores de ruptura llegaban a su punto más álgido.

Con la adrenalina por las nubes, la formación se embarcó en una gira de 26 conciertos para presentar 'A Kind Of Magic'. El Magic Tour contaba con dos citas ineludibles, dos fechas en el estadio de Wembley (11 y 12 de julio) con lleno absoluto en el que la banda tocó para 370.000 almas. Unas pocas fechas más y un último concierto en Knebworth Park pondrían el punto y final -nadie se lo imaginaba entonces- a la vida de Queen sobre el escenario.

Afortunadamente Pablo Padín, Francisco Calgaro, Matías Albornoz y Ezequiel Tibaldo decidieron hace quince años que el espíritu del cuarteto británico no podía caer en el olvido. Los argentinos formaron entonces 'Dios Salve a la Reina', una banda tributo que no ha parado de girar desde entonces. Tras su paso por ciudades como Bilbao, Valencia, Vigo y Zaragoza, la formación recreará hoy el concierto de Wembley en el madrileño Palacio de Vistalegre y mañana en Sevilla.

"Hemos representado varias giras de Queen. La del 80, con 'The Game', la del 'Hot Space' en el 82, y en esta ocasión se nos ocurrió hacer específicamente la presentación que tuvo Queen en el 86 en Wembley. Wembley siempre ha sido la base en la que nos hemos movido, a nivel estético por la chaqueta amarilla, y a nivel de repertorio. Pero nunca lo habíamos clonado tal cual y se nos ocurrió que era perfecto para venir a España y hacer estos shows más grandes", explica Padín, un perfecto Mercury tanto en la imponente voz como en el aspecto físico.

Gestos y movimientos prácticamente iguales

De la primera asegura que no la cuida mucho y que "es la pasión" la que posibilita que alcance esos registros casi imposibles. Una anécdota bien puede servir para certificar el parecido razonable: "Estaba en un centro comercial de Liverpool. Me metí en un ascensor y todos los que estaban a mi alrededor comenzaron a cantar 'Who Wants To Live Forever'. No sabían que era miembro de Dios Salve a la Reina".

Ahora bien, ¿hasta qué grado de fidelidad llega la recreación? Y, sobre todo, ¿cómo se preparan? "Tratamos de calcar todo lo que podemos la filosofía de Queen", resume Padín. Francisco, por ejemplo, se ha construido una réplica de la Red Special, la guitarra que el propio Brian May construyó junto a su padre cuando Queen no era ni un proyecto. Sobre el escenario, todo se dispone de forma exacta. El piano de Freddie está donde Freddie lo quería, las luces y los colores se ubican en el mismo orden y las escaleras y pasarelas emulan, a menor tamaño, el escenario de Wembley. Incluso a Ezequiel Tibaldo, que hace las veces de John Deacon, no le dejan cantar y solo toca las cuatro cuerdas porque el bajista de Queen no decía ni esta boca es mía sobre el escenario.

A lo largo de estos quince años de andadura, los argentinos han ido limando gestos e incorporando movimientos casi de forma inconsciente. "Obviamente hemos visto muchos vídeos porque somos unos fanáticos del grupo pero al final todo acaba saliendo de forma muy natural". Lejos de lo que pueda parecer, creen que emulando a Queen también dan rienda suelta a parte de su creatividad. "Tenemos mucha energía volcada dentro del personaje. Estamos recreando y eso es una manera de componer y de poner un toque personal", concluye.