Sobre ruedas
Actualizado: GuardarVarias son las etapas que un equipo vive a lo largo de una temporada. Desde finales de agosto y hasta mayo (o junio si el asunto sale bien) hay momentos de todo tipo y en el Cádiz no iba a ser diferente. Por eso, después de un arranque prometedor e ilusionante, también era lógico tropezar. Y sucedió ante Lucena, La Hoya Lorca (aunque fuese un empate) y Albacete.
Sin embargo, el equipo ha demostrado que puede reaccionar. Los hombres de Raúl Agné lo dejaron claro el pasado domingo en el Ramón de Carranza ante el Arroyo y ahora toca refrendar esa corriente optimista en el Álvarez Claro de Melilla, una plaza señera y siempre complicada en la categoría de bronce del fútbol español.
Confianza y paciencia en su equipo pueden tener los seguidores cadistas esta temporada. Y es que, nadie ha demostrado ser mejor que los amarillos hasta la fecha. Las derrotas llegaron en los últimos instantes y por cuestiones puntuales, mientras que la imagen del equipo es positiva en líneas generales, aunque bien es cierto que siempre hay cosas que mejorar.
Y todo ello con un futuro prometedor por delante. Jornada a jornada se demuestra que en la cantera cadista hay buenos mimbres de cara al futuro. Será cuestión de tiempo, trabajo y suerte (esta última también es necesaria en todos los aspectos).
No en vano, no hay más que mirar al equipo más representativo de los escalafones inferiores. El Cádiz B de Pepe Bermúdez da buenas sensaciones, aprende día a día y sabe jugar sus cartas en la mayoría de las ocasiones. Por si fuera poco, todos tienen su cuota de protagonismo en una escuadra que crece a diario.
Los buenos momentos del presentes dan lugar a la esperanza del futuro. Esta temporada puede ser clave en todos los sentidos.