Obama ayuda a una mujer mareada durante su discurso. :: REUTERS
MUNDO

Una ministra en el centro de la tormenta

Los republicanos piden la dimisión de Katheleen Sebelius, secretaria de Salud de EE UU, por los fallos en la aplicación de la reforma sanitaria

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Apenas una de cada cien personas que han intentado beneficiarse de la reforma sanitaria a través de las cooperativas de seguros que se ofrecen en un portal de internet del Gobierno de EE UU ha logrado completar el proceso, según una encuesta de la agencia Associated Press. O sea, menos del 10%. El resto ha sufrido incontables horas de frustración ante la pantalla de ordenador, incapaz de pasar en muchos casos de la primera página, o por un motivo u otro no han completado el proceso.

Hasta el propio Barack Obama ha admitido que la implementación de esa pieza clave de su reforma sanitaria «es menos que deseable», a pesar de estar destinada a ser su legado histórico. Lo que no ha hecho es pasarle factura a nadie, y eso es lo que pide ahora la oposición republicana. La cabeza que quieren ver rodar es la de Kathleen Sebelius, la secretaria de Salud que preside el Centro para Servicios de Medicare y Medicaid, sobre el que recayó la responsabilidad de lanzar este masivo portal con diferentes ramificaciones en cada estado del país.

El primer republicano de renombre en pedir su dimisión fue el excandidato a vicepresidente Paul Ryan, que dirige el Comité Presupuestario de la Cámara baja. «El despegue ha sido un fiasco, no solo por los fallos técnicos sino porque la ley en sí es defectuosa», sentenció. «Le dimos al Gobierno todas las oportunidades para retrasarla», explicó Ryan.

Sebelius admitió a la CNN que el presidente no supo de los errores potenciales del portal de Internet, que promocionó personalmente, hasta que los fallos quedaron en evidencia durante los dos primeros días. Con todo, la cadena sostiene que había habido numerosas señales de que podría estrellarse, incluyendo un ensayo general en el que se bloqueó con apenas unos cientos de usuarios. «Esperábamos que (las 55 compañías contratadas) pusieran sobre la mesa a sus equipos A», se lamentó la ministra. «Retrasarlo no era una opción. Hay gente en este país que lleva décadas esperando un seguro médico asequible», afirmó. Sebelius se disculpó diciendo que «en una situación ideal nos habría llevado cinco años construirlo, pero no teníamos cinco años, y ciertamente, los estadounidenses que confían en una cobertura sanitaria, tampoco».

La exgobernadora de Kansas dijo que no piensa dimitir, pero tendrá que enfrentarse a preguntas mucho más duras la semana que viene durante su primera comparecencia ante un comité de la Cámara Baja desde que se puso en marcha esta parte de la controvertida reforma sanitaria.

En medio de la frustración por proporcionar este arma a la oposición, los demócratas sostienen que el problema se debe al altísimo interés que el plan ha desatado, con 19 millones de visitas únicas en menos de dos semanas. Las compañías de seguros que participan en estas cooperativas también se quejan de que reciben información errónea del portal digital. Ayer el presidente Obama convocó a sus ejecutivos en la Casa Blanca, junto con la ministra de Salud, para escuchar sus quejas y encontrar la mejor fórmula para hacerlo funcionar antes de que la debacle se haga realidad.